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Microsoft ha anunciado sus resultados económicos correspondientes al segundo trimestre de 2012, con unas cifras que pueden resultar sorprendentes. Y es que la compañí­a ha cerrado el periodo comprendido entre abril, mayo y junio con pérdidas por primera vez desde que la compañí­a cotiza en Bolsa. Veintiséis años de balances positivos que se rompen a las puertas de dos grandes lanzamientos que deben revitalizar la empresa. Por un lado, el lanzamiento, confirmado para el 26 de octubre, de su sistema operativo Windows 8. Por el otro, la salida de Office 2013, que ya tiene en circulación su primera beta pública.

El hecho de que Microsoft haya presentado unas pérdidas de cerca de 375 millones de euros puede resultar sorprendente, y más teniendo en cuenta que en el trimestre anterior los beneficios de la compañí­a ascendieron a cerca de 3.900 millones de euros. El motivo de esta abismal caí­da se debe al cargo millonario que Microsoft ha destinado a cubrir las pérdidas de su división de publicidad online. La compra de aQuantive en 2007 se ha convertido en un agujero negro para la compañí­a, que no ha sabido rentabilizar esta adquisición a pesar de los esfuerzos que ha puesto en mejorar su división online.

Microsoft arroja pérdidas

Para cubrir estas pérdidas, la compañí­a decidió destinar un montante de 4.700 millones de euros que han provocado el primer trimestre negativo de la historia de Microsoft (desde que comenzó a presentar resultados tras su entrada a Bolsa). A pesar de esta caí­da, la empresa ha continuado con su crecimiento sosegado en el campo de la facturación. Y es que los ingresos de la compañí­a de Windows alcanzaron los 13,740 millones de euros, lo que supone un 4% más que en el segundo trimestre de 2011.

Claro que la compañí­a no atraviesa su mejor momento, afectada por el mal momento del mercado de los ordenadores y por el contexto de crisis de la economí­a global. Microsoft también cerraba año fiscal en junio, y los números de todo el ejercicio muestran este descenso en la capacidad de crecimiento de la empresa. Durante este periodo la firma estadounidense consiguió facturar 56.000 millones de euros, un aumento del 5,4% respecto al año fiscal de 2011. No obstante, los beneficios de Microsoft han sufrido un descenso pronunciado (no solo por el cargo extraordinario para subsanar las pérdidas del negocio online). Las ganancias netas cayeron un 26% respecto al año fiscal anterior y se colocaron en la cifra de 12.920 millones de euros.

Este nuevo ejercicio económico se presenta con varios lanzamientos en los que Microsoft tiene depositadas muchas esperanzas pero también con alguna amenaza que puede dañar la economí­a del gigante de software. Respecto a los lanzamientos, el más destacado sin duda es el de Windows 8, un sistema operativo con el que la compañí­a espera no solo revitalizar el segmento de los ordenadores, sino también conquistar el mundo de los tablets. Por el lado negativo, la Comisión Europea ha comenzado una nueva investigación que podrí­a derivar en una multa de hasta el 10% de la facturación anual de Microsoft.