Microsoft en 2012

Siguiendo con nuestra serie de artí­culos dedicados al año 2012 en las grandes compañí­as del mundo de la tecnologí­a, hoy le toca el turno a Microsoft. La compañí­a estadounidense ha vivido un año marcado por la salida de Windows 8. Y es que el nuevo sistema operativo no es un capí­tulo más en la historia de Windows. Supone la primera tentativa seria de la compañí­a de apartarse del escritorio tradicional que ha dominado el panorama del PC durante más de una década y apostar por una interfaz principal orientada a los dispositivos móviles. Una apuesta arriesgada que ha despertado muchas dudas entre el público y los especialistas. Pero hay más vida en Microsoft fuera de Windows 8. Este año también se ha lanzado Windows Phone 8 o se ha renovado Hotmail para convertirlo en Outlook.com. Te contamos algunos de los hitos más importantes del año en la compañí­a estadounidense.

Empezando por Windows 8, un sistema hí­brido que trata de combinar el escritorio tradicional (aparece en forma de escritorio, aunque con la ausencia del menú de inicio) con una interfaz principal tomada de Windows Phone y que distribuye las apps y los accesos directos en forma de ladrillos. Este sistema está pensado para ser utilizado a través de una pantalla táctil que aproveche todo su potencial, aunque también se puede utilizar sin grandes problemas con teclado y ratón. Sin duda, se trata de todo un guiño al mercado de los tablets y los dispositivos hí­bridos, pero parece difí­cil que la compañí­a consiga entrar pronto en este mercado dominado por el iPad y por los dispositivos Android.

Los primeros datos oficiales que se han desvelado desde la compañí­a hablan de 40 millones de licencias de Windows 8 distribuí­das en su primer mes en el mercado, un ritmo que supera al de su predecesor Windows 7, que logró 60 millones en dos meses. No obstante, existen muchas dudas sobre la validez de estos datos. Por un lado, Microsoft ha desplegado una oferta de actualización para los usuarios de ordenadores con otras versiones de Windows mucho más competitiva que la que ofrecí­a con Windows 7, un modo de atraer a un buen número de clientes indecisos. Por otro lado, queda en suspense el número de copias que se han distribuí­do a los fabricantes dentro de esta cifra.

De hecho, las informaciones que nos llegan desde los principales vendedores de PC resultan contradictorias con estos datos. Así­, uno de los responsables de Asus afirmó que la adopción de Windows 8 estaba siendo menor de lo esperado. Este 2012 también será recordado como la primera ocasión en la que Microsoft lanza un dispositivo móvil propio al mercado. La tableta Microsoft Surface debe convertirse en la punta de lanza de la compañí­a para entrar en el mercado de los tablets, aunque el propio CEO ya ha confesado que las ventas del equipo están siendo más lentas de lo que habí­an planeado. Con este movimiento, también se han tensado las relaciones de Microsoft con algunos de los principales fabricantes, que no ven con buen ojos que la empresa estadounidense se interne en el campo del hardware. Una de las empresas que mayor descontento ha expresado de manera pública es Acer.

Microsoft Surface

Pocas semanas después de este lanzamiento (el pasado 26 de octubre), Microsoft anunció por sorpresa el despido de Steven Sinofsky, responsable hasta entonces del desarrollo de Windows. Un hombre clave en este ecosistema pero que estaba lejos de la idea de colaboración e integración que la compañí­a quiere desplegar entre todas sus divisiones. Sin duda, su marcha marcará un antes y un después en la historia de Windows. Se convierta en un éxito o no Windows 8, lo cierto es que Microsoft tení­a pocas alternativas a tratar de lanzar al mercado un producto novedoso y capaz de traer una nueva experiencia de uso. El mercado de los ordenadores ha entrado en una clara recesión, empujado por la mala situación económica de muchos paí­ses y por el crecimiento de los tablets, y las cuentas de la compañí­a han comenzado a resentirse. Se hací­a necesario lanzar un producto capaz de volver a encandilar de nuevo al público y de integrar la experiencia táctil, aunque será el tiempo el que dicte si el desarrollo de la compañí­a ha sido el adecuado.

En paralelo al sistema para PC, Microsoft también ha traí­do al mercado una versión renovada de su plataforma móvil Windows Phone 8. Este sistema comparte la mima base que Windows 8, y elimina alguna de las restricciones de hardware que tení­a la anterior versión (por ejemplo, no se podí­an realizar pantallas que superaran una determinada resolución ni procesadores de más de un núcleo) y que limitaban mucho la capacidad de los fabricantes de asombrar con sus equipos. No obstante, y a pesar de la alianza con la finlandesa Nokia, la presencia de Windows Phone en el segmento de los smartphones está en estos momentos por debajo del 5%, y su capacidad de crecimiento durante los próximos años podrí­a no llegar a responder al fuerte desembolso en marketing y recursos que ha realizado la compañí­a desde su lanzamiento.

Nokia Lumia 920

Otro de los pasos importantes que se han dado durante este año ha sido el cambio desde Hotmail a Outlook, seguramente motivado por un cierto estancamiento en este servicio de correo a nivel de usuarios y por las ideas asociadas que muchos usuarios tení­an, como por ejemplo ser una plataforma llena de spam. Para el cambio, Microsoft utilizó el nombre más reputado de su aplicación de correo electrónico Outlook y renovó la interfaz tomando muchas de las claves de la interfaz de Windows 8, como la barra superior o la interfaz de redacción. Este cambio ha recibido tanto elogios como crí­ticas por parte de los usuarios, ya que se han abandonado algunas posibilidades como la de revisar las actualizaciones de estado de nuestros contactos en redes como Facebook o Twitter. En el fondo, se trata de la misma estructura que ya se habí­a desarrollado en Hotmail durante los últimos meses pero de una manera más vistosa.

Quizás la clave de este año en Microsoft esté en su esfuerzo de integración. La compañí­a estadounidense está tratando de crear un ecosistema de aplicaciones y sistemas con unas señas de identidad similares, de manera que la experiencia de uso sea reconocible tanto si se está utilizando un ordenador con Windows 8, el correo electrónico de Outlook a través de un navegador, las aplicaciones de ofimática de Office o un móvil con el sistema de Microsoft. Una apuesta que puede traer resultados muy buenos a la compañí­a, pero cuyo éxito depende de la percepción que tenga el público de la interfaz que se está desplegando. Sin duda, 2013 será el año en el que veamos el resultado de este giro de timón de la compañí­a. ¿Qué opinas sobre Windows 8? ¿Y sobre los movimientos de Microsoft para crear un ecosistema común en sus productos?

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