Ahora que ya ha terminado el 2010, es hora de hacer un repaso de lo que ha significado este año, en este caso a nivel de malware. Hay motivos para la esperanza, pero la realidad es que las amenazas siguen creciendo a un ritmo muy preocupante. Según el informe de seguridad de Panda Labs, los cibercriminales han creado y extendido la tercera parte de todo el malware creado en la historia en 2010, una cifra para echarse a temblar.
Es paradójico que a pesar de este dato, la tasa de crecimiento de malware ha sido menor este año que los anteriores, un 50% frente a tasas de más del 100% de otros años. Por tipos de amenazas, los troyanos siguen siendo los reyes con más de la mitad del total (un 56%). Destacan en este aspecto el troyano Zeus y algunas de sus variantes. Debajo se encuentran virus y gusanos. Esto demuestra el hecho de que el cibercrimen se está convirtiendo cada vez más en un negocio.
Por otro lado, los países con más ordenadores infectados fueron Tailandia, China y Taiwán, con un porcentaje cercano al 70%. Los métodos más utilizados para infectar fueron las redes sociales, el posicionamiento en los buscadores de webs falsas o las vulnerabilidades, como por ejemplo las de Windows o las de los archivos de Adobe. En cuanto a los niveles de spam, sigue colocándose en unos números altísimos. Un 85% de todo el tráfico fue spam, aunque algunas operaciones policiales han conseguido bajar la presencia de esta lacra (el año pasado el porcentaje era el 95%).
No podía faltar en este informe una mención destacada para Stuxnet. El troyano que llegó a atacar las plantas nucleares de Irán ha sido considerado por muchos expertos como el primer arma de la ciberguerra. Sea como fuere, todavía queda un largo camino para conseguir estabilizar los niveles de malware (hablar de reducirlo es, a día de hoy, ciencia ficción).