Microsoft está de enhorabuena. Ayer se cumplió un año desde que lanzara al mercado Windows 7, y los resultados de su nuevo sistema operativo han excedido las expectativas de Microsoft hasta convertirlo en un superventas. 240 millones de copias ha vendido la empresa en este año, un resultado mucho mejor que el que cosecharan sus predecesores el Windows Vista y el Windows XP. Si continuara este ritmo, en un año alcanzaría al XP y se situaría como el sistema operativo más utilizado del mundo.
Mucho se esperaba del Windows 7, tras el fracaso del Windows Vista. No tanto por sus ventas, que fueron lo bastante importantes como para permitir a Microsoft obtener beneficios por su esfuerzo de cinco años de desarrollo, sino por la sensación de ser un sistema inmaduro y con abundantes fallos. El Vista nunca pudo superar al Windows XP (que todavía es utilizado en más del 50% de los ordenadores del mundo).
Windows 7 supera las ventas de sus dos predecesores juntos en el primer año (100 millones en el caso del Vista y 89 millones en el caso del XP) y se le augura un excelente futuro, si no es frenado dentro de dos años por la salida del nuevo Windows 8 (se espera que se produzca en 2012). Uno de los campos donde mayor crecimiento se espera es en el de las empresas. Según Microsoft, nueve de cada diez empresas pretenden actualizar sus equipos al nuevo Windows. Aún así, habrá que ver cuando se produce esta migración teniendo en cuenta los recortes de presupuesto para IT de los últimos años.
Pese a la velocidad con la que se creó tras la experiencia más agria que dulce del Windows Vista, el Windows 7 ha demostrado ser un sistema operativo sólido y veloz, que despierta mucho más entusiasmo que su predecesor. Aún así, todavía existe una fuerte discusión entre los defensores del XP y los del Windows 7, que probablemente acabará con este último en lo más alto debido al abandono progresivo de Microsoft de su XP.
