Microsoft presenta la beta de Windows 8

Hoy es el gran dí­a. 29 de febrero. Microsoft presenta esta tarde la beta pública de una de las versiones más revolucionarias de Windows. Y es que Windows 8 significará el salto de la compañí­a desde su plataforma de escritorio (el escritorio quedará integrado como una aplicación más dentro del sistema) hacia una interfaz más propia de los dispositivos móviles. Los usuarios podrán descargar Windows 8 de forma gratuita (os explicaremos cómo hacerlo y pegaremos el enlace en cuanto se habilite la página) para probarlo hasta el momento en el que llegue la versión final, que podrí­a llegar el 29 de octubre.

Durante estos meses hemos estado hablando de las novedades que se encontrarán en Windows 8. Por encima de todo destaca la interfaz Metro, que se acerca a Windows Phone 7. Los menús se colocan en forma de ladrillos a lo largo de la pantalla, haciéndolo visualmente atractivo pero quizás demasiado desenfadado para los profesionales que lo quieran utilizar en un entorno profesional. Eso sí­, se ha trabajado la integración de los diferentes servicios ofrecidos por el sistema, como por ejemplo el correo, las redes sociales o el almacenamiento de archivos en la red. Windows 8 permitirá acceder a estos servicios de manera más rápida e integrada (por ejemplo, enviar al servicio de almacenamiento SkyDrive una foto que aparezca en nuestro perfil de Facebook a través de un menú contextual).

A pesar de que se haya optado por esta interfaz más visual que reduce el escritorio a una ventana no significa que se haya dejado de lado el aspecto más profundo del sistema. Se han incorporado mejoras muy interesantes, como por ejemplo la revisión de la transferencia de archivos. En este caso, podremos realizar varias tareas de forma simultánea desde la misma ventana del ordenador. El proceso será más rápido, y Windows 8 permitirá controlar las velocidades y las tareas prioritarias.

Otro punto crucial que cambia es el administrador de tareas. Lucirá un diseño más atractivo, y ahora contaremos con una explicación de los procesos abiertos (se acabó encontrarse con una interminable lista de procesos con nombres que no aclaran su uso) y más datos acerca del uso de recursos y de la red. También se mejora la búsqueda rápida, que Microsoft divide en tres puntos: aplicaciones, archivos y caracterí­sticas del sistema. De esta forma podemos encontrar solo los resultados relevantes y se mejora la rapidez de búsqueda.

Otra mejora estará en el campo de la restauración del sistema, que se ha simplificado mucho y en el que se ha optado por ofrecer la posibilidad de restaurar los valores de fábrica o bien mantener los datos personales y las apps (las aplicaciones de escritorio se borran). Además, también se ha vuelto más sencillo el proceso de actualizaciones, ya que se ha tratado de evitar los molestos reinicios que detienen el trabajo. En el campo de los tablets y los portátiles (se espera que los ultrabooks comiencen a lucir pantallas táctiles para aprovechar las capacidades de Windows 8), nos encontramos con mejoras en la gestión de las redes móviles y también un nuevo sistema de sensores de movimiento con el que se aumenta la fiabilidad del dispositivo a la hora de responder a estos movimientos en juegos y aplicaciones.

En definitiva, un sistema que apunta muchas maneras y que podrí­a significar el desembarco de Microsoft en un campo tan competitivo como el de los tablets (hasta ahora Windows 7 apenas tiene una presencia testimonial). A partir de hoy veremos la respuesta del público al nuevo sistema.