Google ha dado un paso de gigante para llevar a cabo la adquisición de Motorola, una compra que le costará a la empresa cerca de 8.700 millones de euros y que podrí­a provocar un cambio sustancial en el mercado de los smartphones a medio plazo. La Comisión Europea ha aprobado el acuerdo entre las dos compañí­as después de haber estudiado el caso, y ha concluí­do que no se producirá una alteración nociva en el mercado europeo. Hay que tener en cuenta que Motorola cuenta con una presencia muy marginal en el viejo continente, a pesar de los intentos de la compañí­a por internarse en el mercado de los tablets en los últimos tiempos.

El conflicto que genera este acuerdo está en la presencia de Google en el mercado de los smartphones y los tablets a través de su sistema operativo Android, el sistema lí­der en cuanto a teléfonos inteligentes se refiere y una seria amenaza para el iPad en el campo de los tablets (si nos fijamos en la cuota de mercado del sistema de Apple y del sistema de Google). En un primer momento se especulaba con que el principal motivo de la compra era reforzar a Android con la extensa cartera de patentes de Motorola (más de 17.000) para hacer frente a la guerra legal que están llevando varias empresas, sobre todo Microsoft.

La Comisión Europea aprueba la compra de Motorola por Google

La compañí­a de Windows ha conseguido una posición estratégica muy importante y ya cobra por más de la mitad de los dispositivos con Android que salen al mercado (curiosamente, consigue más dinero con el sistema de Google que con su propio sistema operativo). Sea como fuere, todo indica que aunque Motorola seguirá siendo una empresa independiente, Google tiene unos planes mucho más ambiciosos para la empresa que utilizarla meramente como un muro legal. Un primer cambio podrí­a estar en convertirla en su plataforma para lanzar las nuevas versiones de Android, en detrimento de fabricantes como HTCSamsung, que ha fabricado el último de los teléfonos de Google, el Samsung Galaxy Nexus.

El acuerdo todaví­a está pendiente de que sea aprobado por otras autoridades regulatorias, entre ellas las de Estados Unidos. Pero todo indica que no habrá reparos para que Google complete la mayor adquisición de la historia de la compañí­a. Los responsables de la empresa son conscientes de que han conseguido superar el mayor de los escollos para la operación, una investigación que se habí­a alargado en el tiempo (se esperaba que se aprobara en el mes de enero) pero que al final ha logrado el sí­ de la Comisión Europea.