Microsoft continúa con su guerra subterránea para obtener beneficios de la competencia. El último en caer ha sido Compal, empresa que fabrica smartphones y tabletas para terceros (empresas como Acer o Dell). Microsoft ha logrado arrancar un acuerdo para que Compal pague royalties por cada ordenador, teléfono inteligente o tablet que fabrique con el sistema operativo Android o con el sistema Chrome OS. Con este acuerdo, la compañí­a estadounidense cobrará dinero por más de la mitad de los terminales con el sistema de Google que existen en el mercado.

No es el primer fabricante que debe pagar dinero a la empresa de Windows por cada terminal con Android. Hace un tiempo ya se llegó a acuerdos con HTC o Acer para que paguen una tasa fija por cada dispositivo. De hecho, un estudio llegó a la conclusión hace unos meses de que solo con lo que pagaba HTC Microsoft obtení­a cinco veces más dinero que con su propio sistema operativo Windows Phone 7.

Una situación un tanto enrarecida por la feroz guerra de patentes que se lleva a cabo entre las grandes empresas desde hace demasiado tiempo. Uno de los que más está apostando por aprovecharse de este punto es la propia Microsoft. En los últimos años la compañí­a de Windows se ha gastado más de 3.000 millones de euros para reforzar su cartera de patentes, y poder así­ reclamar más dinero a los distintos fabricantes que tengan intención de sacar al mercado dispositivos Android.

Sea más o menos limpio (lo cierto es que esta guerra está embarrando la imagen de muchas compañí­as, con casos esperpénticos como la retirada de los tablets de Samsung de la feria de Berlí­n por culpa de Apple), la estrategia de Microsoft le está permitiendo obtener unos resultados muy positivos. Tanto es así­ que hace unas semanas Google decidió comprar la división de móviles de Motorola, en un intento por protegerse del acoso que está llevando a cabo Microsoft a las empresas que trabajan con Android.