Bill Gates no volverá a Microsoft

Bill Gates no volverá a Microsoft. La noticia ha sido desmentida por una persona cercana al fundador de Microsoft y uno de los personajes más influyentes del mundo de la informática desde la salida del primer ordenador. El empresario abandonó la compañí­a en 2008 para dedicarse por entero a su labor en la fundación benéfica que dirige junto a su esposa, y parece que no tiene entre sus planes volver a ponerse al frente de una compañí­a que consiguió llevar hasta el primer escalafón del mundo del software.

Los rumores surgieron cuando en la revista norteamericana Fortune se especulaba con cómo serí­a Microsoft si Bill Gates volviera a dirigir la empresa, y se citaba una fuente cercana al fundador. No obstante, el jefe de personal de Bill Gates desmintió a un periodista las informaciones que apuntaban a esa posible vuelta. El motivo de las especulaciones es bastante conocido; desde que Gates abandonara la compañí­a la empresa no ha conseguido posicionarse ante el futuro de una forma sólida, aunque tampoco ha perdido la fuerza de sus principales productos, como son Windows y Office.

Bill Gates no volverá a Microsoft

Su actual CEO, Steve Balmer, ha sido muy criticado por el fracaso hasta el momento de la división de Internet de Microsoft (arroja pérdidas cada trimestre) y sobre todo por una acogida más que discreta de una división que la compañí­a considera fundamental. Hablamos de la división de móviles y del flamante sistema operativo Windows Phone 7, que no ha conseguido introducirse en el mercado a pesar de una campaña mediática muy fuerte y de los esfuerzos de la compañí­a. Eso sí­, la situación podrí­a cambiar considerablemente en el caso de que la alianza entre Nokia y Microsoft dé sus frutos.

La empresa finlandesa ya ha dado sus primeros pasos con el Nokia Lumia 800 y el Nokia Lumia 710. Además de esta tabla de salvación que puede suponer Nokia en los móviles, Microsoft también espera con mucha expectación el lanzamiento de su nuevo sistema operativo Windows 8. Un sistema que deberí­a significar el paso desde las antiguas plataformas de escritorio hacia un entorno más basado en las capacidades táctiles. La respuesta empezará a llegar a partir de febrero con la salida de la beta de Windows 8.