Suele ocurrir, pero no por ello deja de ser una mala noticia para los trabajadores. Motorola ha decidido que adelgazará su plantilla para ajustar sus gastos financieros y prepararse para la inminente adquisición de Google, que podría producirse a finales de este año o en el primer trimestre de 2012. Un acuerdo que podría devolver a la empresa estadounidense algo de renombre en un mercado como el móvil que casi ha olvidado su nombre en los últimos años.
Y es que Motorola, que durante años logró situarse como uno de los referentes más importantes del panorama móvil, no ha sabido hacer frente a los cambios de un mercado muy dinámico. Su situación tiene alguna similitud con Sony Ericsson (ahora parte integral de Sony), que gozó de cierta fuerza en el pasado pero que ha caído hasta puestos casi irrelevantes. La compra de Motorola por parte de Google puede resultar vital para que la empresa vuelva a cobrar importancia. El primer paso ha sido la decisión de reducir su plantilla en un 5%, o lo que es lo mismo, 800 empleados.
Estos despidos le van a costar a la empresa estadounidense un total de casi 23 millones de euros, poco menos de 20 millones en indemnizaciones para los empleados y otros 3 millones para el cierre de fábricas que ya no resulten necesarias. De momento, Motorola no ha dado detalles sobre los puestos de empleo que se verán afectados ni sobre las localizaciones exactas en las que se llevará a cabo este recorte, aunque si se ha adelantado que será a lo largo de todo el mundo.
A pesar de que Google supone un soplo de aire fresco para una compañía que se estaba ahogando, lo cierto es que Motorola tiene que andar con pies de plomo y demostrar que puede ser un negocio rentable. El primer motivo por el que la empresa del buscador se decidió a comprarla fue la extensa cartera de patentes que tiene Motorola, y que puede proteger a su sistema operativo Android de los continuos ataques que recibe a través de la guerra de patentes, sobre todo por el lado de Microsoft.
