Samsung SSD Serie 830

El mercado de las tarjetas SSD avanza a muy buen ritmo, acercándose cada vez más a los precios que se ofertan con los discos duros. Según la tendencia que sigue el segmento, en cuatro años podrí­an llegar a equipararse los precios de estos dos tipos de sistema de almacenamiento. No obstante, de momento la diferencia todaví­a es bastante notable, ya que el precio por giga sigue siendo diez veces mayor en el caso de los discos SSD si se compara con el precio que tienen los discos duros.

Según se recoge desde The Tech Report, y tomando en consideración algunas de las tarjetas SSD más populares del mercado (entre ellas las tarjetas Intel 520 Series o las Samsung 830 Series), los precios de las mismas han caí­do casi a la mitad en el transcurso del año (el descenso es del 48%), consecuencia por un lado de la agresiva competencia de precios que están llevando a cabo las empresas para penetrar al mercado y por el otro lado debido a la popularidad creciente de estas tarjetas tanto en los tablets (uno de los segmentos del mercado tecnológico con mayores tasas de crecimiento) y de los ultrabooks, los nuevos portátiles finos y potentes apadrinados por Intel.

Las tarjetas SSD (dispositivos de almacenamiento sólido) suponen una ventaja competitiva clara respecto a los discos duros. Al contar con una memoria flash el acceso a la memoria es bastante más rápido, y eso se nota tanto en el tiempo de arranque del sistema como en el acceso a los datos almacenados. Por otra parte, al no contar con partes fí­sicas que produzcan rozamiento durante su uso el desgaste es menor, lo que permite una fiabilidad mayor. Es por eso que se espera que estos dispositivos terminen por remplazar a los discos duros con el tiempo.

Intel SSD  Serie 520

Claro que su gran problema está en el precio, considerablemente mayor que el de discos duros. Uno de los aspectos que pueden ayudar a que su adopción y desarrollo sean considerablemente más rápidos estriba en un hecho que ha afectado radicalmente al desarrollo del mercado de los discos duros. Las terribles inundaciones de Tailandia el otoño pasado, el segundo productor mundial de componentes para discos duros (en este paí­s asiático se producen la cuarta parte de los discos del mundo) han mermado fuertemente la producción de discos duros de los grandes fabricantes (Western Digital y Seagate sobre todo).

Esta merma también ha provocado una subida notable en los precios de los discos duros y, a pesar de que se espera que el mercado se recupere para el tercer trimestre de este año, los últimos informes apuntan a que los precios no volverán a niveles anteriores a las inundaciones de Malasia hasta 2014. Si a esta situación le unimos una más que presumible bajada progresiva del precio de las SSD el uso de estos dispositivos podrí­a igualarse en los próximos años.

Eso sí­, donde los discos duros seguirán manteniendo el liderazgo durante mucho tiempo es en su capacidad, un aspecto a tener muy en cuenta para aquellas empresas y usuarios que manejen muchos datos.