WD Sentinel DX4000

La palabra «nube» o «cloud» cada vez está más presente en la vida de las personas y los usuarios de a pie. El termino está logrando introducirse dentro del vocabulario habitual sobre la tecnologí­a, del mismo modo que un dí­a no tan lejano se empezó a integrar «Wifi» o «MP3». La nube engloba todos aquellos servicios que ofrecen las empresas a los usuarios y que están basados en red, así­ que resulta un termino comodí­n para estos dí­as en los que una gran parte de nuestras interacciones ocurren en Internet. Una de las expresiones que más se utilizan ultimamente es la del almacenamiento en la nube, sobre todo a raí­z del lanzamiento de Google Drive hace unos dí­as.

El almacenamiento en la nube supone usar un servicio que ofrece una compañí­a para guardar nuestros datos en la red, como si estuviéramos utilizando un disco duro virtual. Pero además, en las empresas existe la necesidad de compartir contenidos. Hasta ahora, casi siempre se optaba por utilizar un disco duro portátil, una llave USB u otros soportes de memoria. Pero la red ofrece una alternativa diferente. La forma más común de compartir información, sobre todo en el campo de las Pymes, está viniendo a través de un dispositivo NAS, como por ejemplo el WD Sentinel DX4000. Estos dispositivos de almacenamiento en red permiten compartir los archivos de numerosos equipos a través de una red local, algo muy útil para las empresas, y también acceder a esos datos a través de cualquier equipo con acceso a la red.

WD Sentinel DX4000

La ventaja que tienen estos equipos es que permiten combinar el almacenamiento local con el almacenamiento en la red. Nuestros archivos se guardan de manera local, en un soporte fí­sico al que podemos acceder sin necesidad de estar conectados en todo momento. Generalmente, en este tipo de servidores con espacio para varios discos duros se echa mano de configuraciones RAID. Estas configuraciones permiten mejorar en algunos casos la velocidad de transferencia de archivos, pero sobre todo destacan las configuraciones que aumentan la seguridad de los datos (hay que tener en cuenta que según estudios el 80% de las empresas que sufren pérdidas de datos importantes cierran al poco tiempo).

Estas configuraciones avanzadas posibilitan que la información permanezca a salvo incluso si uno o dos discos duros fallan. Pero incluso estas opciones de seguridad pueden no ser suficientes. Es por ello que resulta recomendable contar también con un servicio de almacenamiento en la nube para poder volcar los datos y tenerlos disponibles en varios lugares. A pesar de que todaví­a existe reticencia sobre este tipo de servicios entre muchas empresas, suponen una solución que cuenta con muchas ventajas: tanto la seguridad ya que se encriptan los archivos y se transmiten a través de protocolos de seguridad (e incluso se dividen en distintos centros de datos) como el ahorro de costes que se consigue.

La mayor parte de los dispositivos NAS cuentan con integración para ser usados con este tipo de servicios. Por ejemplo, el Sentinel DX4000 esta integrado con el servicio KeepVault de almacenamiento online para poder guardar nuestras copias de seguridad en varios lugares.