Google Drive 

La salida de Google Drive el martes de la semana pasada ha supuesto una pequeña revolución en el mundo de los servicios de almacenamiento en Internet. Los principales rivales de Google en este segmento se han movido para traer a sus servicios nuevas caracterí­sticas que ayuden a competir contra Google Drive. Una de las compañí­as que ha lanzado más novedades en estos últimos dí­as ha sido Microsoft con su SkyDrive. La rivalidad entre Google y Microsoft va camino de convertirse en la gran dicotomí­a de la segunda década del siglo, y con la llegada de Drive se librará una nueva batalla. Te contamos por qué el servicio de Google se puede convertir en una seria amenaza para productos de Microsoft como Windows y sobre todo Office.

Primero hay que entender la clave de Google Drive. La fuerza de este servicio no está tanto en su oferta. Sus cinco gigas suponen una buena cantidad, pero están por debajo de los siete gigas (25 gigas si llegas a tiempo para conservarlos) de SkyDrive. Tampoco su interfaz ni su aplicación de escritorio suponen una novedad respecto a lo que ya existe en el mercado. Donde verdaderamente quiere ser fuerte Google Drive es en su integración con el resto de productos de Google, y es ahí­ donde está el negocio de la empresa. La compañí­a del buscador necesita del flujo de datos que se genera para luego poder vender información sobre nuestras preferencias a las empresas publicitarias, un modelo que también sigue por ejemplo Facebook.

Google Drive

Mientras, el negocio de Microsoft está más centrado en la venta de sus productos. La confrontación se encuentra en la voluntad de Google de manejar todos los flujos de datos que realiza el usuario, entre ellos aquellos que normalmente se realizarí­an a través de una suite de ofimática como Office. Las aplicaciones en red de Google Docs están integradas dentro de Drive, y eso supone la capacidad de visualizar o incluso editar archivos como documentos de Word o presentaciones sin necesidad de acceder a los programas de Microsoft.

Google está tratando de construir un ecosistema en la red que aparte al usuario de las aplicaciones tradicionales y permita que realice todas sus tareas habituales en la red. La información es poder, decí­an. Claro que eso no significa que Microsoft se haya enrocado en sus aplicaciones de escritorio sin hacer caso de la tendencia del mercado a desarrollar servicios en la red. Desde hace bastante tiempo la compañí­a cuenta con su propio servicio, Microsoft SkyDrive, y con un conjunto de herramientas de ofimática en la red llamada Office Web Apps que permite llevar a cabo las mismas funciones de visionado y edición de Google Docs, con una interfaz similar (simplificada, eso sí­) a Office.

Una apuesta interesante pero que de momento permanece bastante enterrada. El éxito que ha tenido Microsoft con sus herramientas de escritorio ha tenido el efecto negativo de encasillar a la compañí­a al mundo del escritorio (algo parecido está ocurriendo con Windows Phone y su anterior Windows Mobile) y está favoreciendo la adopción de las herramientas de Google por ser consideradas más novedosas y útiles, cosa que no siempre es así­. Se abre una nueva batalla entre Google y Microsoft por hacerse con el dominio de la experiencia informática.