A pesar del buen momento del mercado de los móviles, lo cierto es que exceptuando a Samsung y Apple, el resto de fabricantes están teniendo problemas por una u otra razón. LG, RIM o la propia HTC están presentando resultados decepcionantes. El caso de Nokia es sintomático: sigue siendo el mayor fabricante del mundo, pero ha decidido dar un vuelco a su negocio para adaptarse a la naturaleza cambiante del mercado y se ha aliado con Microsoft para incluir en sus terminales Windows Phone 7. HTC pertenece a los fabricantes que han querido apostar fuertemente por los terminales Android, pero que no están consiguiendo unos resultados tan buenos como se esperaban.
Los ingresos de la compañía durante el cuarto trimestre de 2011 ascendieron a cerca de 2.650 millones de euros, muy lejos de los 3.730 millones de euros que esperaban los analistas. Esto supone una caída en los ingresos de cerca del 2,5% si lo comparamos con los resultados que se cosecharon en el mismo periodo del año anterior. La explicación de la compañía está en el momento de transición en el que se encuentra HTC hacia el lanzamiento de nuevos terminales.
La peor noticia para la empresa es que se espera que registre una caída de sus ingresos todavía más fuerte en el primer trimestre de este año, con una reducción en sus cifras de hasta un 36%, una cifra muy negativa para la empresa taiwanesa. HTC ha querido tranquilizar a sus inversores considerando que esta caída es solo temporal, ya que sus números remontarán en el segundo trimestre con los lanzamientos que se anuncien durante el Mobile World Congress de Barcelona que tendrá lugar durante este mes (con algunos terminales prometedores como el HTC Ville).
De momento, ya se ha sabido que las ventas de móviles durante el mes de enero han sido un 56% menores que las que se habían realizado durante el mismo mes de 2011. A pesar de todos estos datos negativos, HTC ha conseguido cerrar el año con una subida de los ingresos del 65%. Eso sí, 2011 también vio como los beneficios de la empresa caían un 11% respecto al año anterior, revelando la dificultad de encontrar un hueco en el mercado de los terminales Android.