AMD ha decidido despedir al 10% de su plantilla para ahorrar costes. Es una de las primeras decisiones del nuevo CEO de AMD, que llegó a ese puesto hace tres meses. La empresa intenta hacer frente a una situación de mercado adversa, influenciada por la crisis del mercado de los ordenadores pero también por la incapacidad de la empresa de semiconductores de hacer frente al poderío de su gran rival, Intel. Los despidos se llevarán a cabo durante el final de 2011 y a lo largo de 2012, hasta contabilizar un total de 1.200 empleados (sobre un total de 12.000).
Estos despidos afectarán a la empresa de manera global, y supondrán un ahorro de casi 150 millones de euros a la empresa. Con estas medidas, la compañía tratará de centrarse en el mercado de bajo consumo (sobre todo a través de sus chips AMD Fusion, con el procesador y el procesador gráfico integrados). Precisamente, estos chips Fusion están arrojando buenos resultados para AMD, aunque no todo lo espectaculares que se esperaba cuando se presentaron como una revolución.
De hecho, la dimisión del anterior CEO de la empresa se produjo poco tiempo después de que comenzara la «Era Fusion» (en propias palabras de la empresa), una decisión que extrañó en su momento pero que cobra su sentido con estas duras medidas que está tomando su sucesor. Tampoco los datos ayudan a la empresa. Según un estudio de iHS Suppli, la presencia de AMD en el mercado cayó un punto durante el segundo trimestre (comparado con el mismo periodo del año pasado), en detrimento del todopoderoso Intel.
Según los últimos datos, Intel cuenta con una cuota de mercado del 81,7%, y se mantiene inalcanzable en la primera posición. AMD cuenta con un porcentaje del 10,4%, y ha experimentado una caída progresiva durante los últimos trimestres. La empresa de semiconductores debe encontrar pronto su lugar, ya que el mercado de los dispositivos móviles podría robar todavía mayor cuota a una compañía que no ha conseguido convertirse en un rival serio para Intel.
