No hay duda de que los smartphones son uno de los dispositivos “fetiche” del mercado tecnológico, con permiso de los tablets, que amenazan con robarle el protagonismo a estos móviles inteligentes. Tanto es así que en un mercado saturado como es el de los móviles (según Gartner la penetración en España es del 110%, más de un móvil por persona) son los smartphones los que propician el aumento anual en las ventas.
Según la misma analista, los teléfonos inteligentes ya suponen un 20% del mercado mundial, unas cifras que todo indica que crecerán mucho más durante los años siguientes. Y es que, en España, donde las ventas de móviles se han estancado en 23 millones ””los mismos números que en 2009””, los smartphones han crecido en ventas un 16%, el doble que el año pasado cuando crecieron en torno al 8%.
Se espera que durante la próxima compra uno de cada tres españoles opte por hacerse con un móvil inteligente. Una cifra muy prometedora para un mercado en plena expansión, con ofertas tan interesantes como el Nokia N8, Samsung Galaxy S, el iPhone 4, o por qué no, el primer móvil en contar con un procesador de doble núcleo, el LG Optimus 2X. Sin olvidar que su uso se ha democratizado y que cada vez existen más posibilidades para todos los bolsillos.
Quizás el peligro de estos dispositivos esté precisamente en su desarrollo. Cada vez incorporan más funciones y adquieren mayor potencia, algo que les está acercando a otros dispositivos como los ordenadores o los tablets. Precisamente esta convergencia de todas las funciones que antes incorporaban aparatos tecnológicos por separado empieza a hacer difícil diferenciar las barreras entre los diferentes dispositivos. Nadie sabe a ciencia cierta por dónde discurrirá el mercado, ni siquiera, y eso es lo más paradójico, los propios fabricantes. La respuesta, como siempre, la tiene el público.
