Vendían a sus clientes aplicaciones intencionadamente defectuosas que fallaban al cabo del tiempo. Las autoridades españolas han detenido la actividad delictiva de una compañía que estafaba a pequeñas y medianas empresas, ofreciéndoles software con contenido malicioso desarrollado por ellos mismos. Se estima que esta entidad, afincada en Córdoba y cuyo nombre no ha trascendido, habría engañado a más de 1.000 clientes en toda España.
Los estafadores incorporaban de forma consciente “bombas lógicas” en sus productos, de tal modo que éstos dejaban de funcionar al alcanzar una determinada fecha. Así, los usuarios se veían obligados a contactar con la pertinente asistencia técnica, asumiendo los costes de reparación asociados. Lejos de desistir, aprovechaban la oportunidad para incluir un nuevo error controlado, y de esta forma disuadir al cliente para que finalmente optase por suscribirse al servicio de mantenimiento.
Según la nota remitida por la Guardia Civil, hasta el momento se han producido tres detenciones en lo que se conoce como operación “Cordobés”. La investigación se ha realizado bajo la dirección del Juzgado nº3 de Córdoba, siendo llevada a cabo por el Grupo de Delitos Telemáticos con el apoyo del Equipo de Investigación Tecnológica. Las pesquisas se originaron a raíz de una denuncia anónima efectuada a través de la página web gdt.guardiacivil.es, por lo que se ha destacado “el gran papel que juega el ciudadano en la investigación de este tipo de delitos”.
No en vano, las estafas informáticas están a la orden del día en Internet, y el ámbito empresarial no es ajeno a estos riesgos. Aunque los gusanos informáticos suelen considerados la mayor amenaza para las empresas, casos como éste ponen de manifiesto que la procedencia del peligro es variable. Por el momento, el Grupo de Delitos Telemáticos ya está tratando de ponerse en contacto con los posibles afectados para informarles de sus derechos como perjudicados.
Fotos: gamo76 / ines
