Google envió ayer una lista de medidas que estarí­a dispuesta a llevar a cabo para cerrar la investigación que está llevando a cabo la Unión Europea por considerar que la compañí­a del buscador podrí­a estar favoreciendo a sus propios productos en las búsquedas en detrimento de la competencia. En caso de no contentar a las autoridades europeas, la Comisión Europea podrí­a llegar a multar a Google con una cantidad que podrí­a ascender hasta el 10% de la facturación anual de la compañí­a (lo más probable es que se tomé en cuenta la facturación conseguida a lo largo de 2011, que ascendió hasta los 27.700 millones de euros).

Eso significa que en caso de seguir adelante el proceso, Google podrí­a tener que pagar más de 2.700 millones de euros. La compañí­a del buscador ya envió el pasado mes de julio una serie de propuestas para contentar a la Comisión Europea, aunque el organismo consideró insuficientes estos intentos del gigante de Internet.

El peligro de una multa

El peligro de una multa es evidente, sobre todo tras las palabras del vicepresidente de la Comisión y comisario europeo de la Competencia Joaquí­n Almunia, en las que se mostró convencido de que Google favorecí­a a sus productos respecto a los de la competencia en el buscador y de que el caso no se cerrarí­a del mismo modo que la investigación llevada a cabo por la Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos.

En este caso, la compañí­a del buscador solo ha tenido que realizar cambios menores en la estructura del buscador, una decisión que despertó mucha polémica entre sus competidores (sobre todo Microsoft con su buscador Bing) y que llegó tras más de un año y medio de investigación por parte del organismo estadounidense. En esta resolución favorable mucho podrí­a tener que ver el esfuerzo de Google para presionar a los autoridades por medio de lobbying. La compañí­a del buscador está multiplicando en los últimos años el gasto destinado a esta práctica muy regulada en Estados Unidos.

Parece que la compañí­a tendrá peor suerte en el viejo continente. En el centro de la investigación se encuentran las caracterí­sticas que Google ha ido añadiendo a su buscador durante los últimos años y que tienen como consecuencia la muestra de resultados de productos propios en las búsquedas. Uno de los ejemplos de estas prácticas polémicas es la que introdujo resultados personalizados de su red social Google+ en los primeros puestos de las búsquedas y que levantó muchas crí­ticas entre rivales como Facebook y Twitter.

En caso de que las concesiones de Google (la compañí­a tení­a hasta el dí­a de ayer para enviar sus nuevas proposiciones de cambio) no convenzan a la Comisión Europea, se espera que en poco tiempo se anuncie la decisión de este organismo sobre la empresa del buscador. Incluso si se produjera una resolución contraria a las prácticas de Google, lo más probable es que el asunto se alargue muchos meses ya que el caso se llevarí­a a los Tribunales.