Kodak acaba de dar un paso de gigante para poder bordear una situación crítica que amenazaba con suponer el fin a una compañía con más de 100 años de historia. La empresa de fotografía ha conseguido que el Juzgado estadounidense encargado de los casos de bancarrota apruebe un préstamo que había solicitado por cerca de 630 millones de euros, y que le permitirían salir del estado de bancarrota en el que está inmerso desde principios del año pasado. Este acuerdo está supeditado a varias condiciones, entre ellas que Kodak certifique la venta de su cartera de patentes por algo menos de 400 millones de euros.
Si todos los movimientos requeridos se cumplen de manera satisfactoria, Kodak podría salir de la bancarrota a mediados de este año, tras más de doce meses coqueteando con su desaparición. La compañía ha logrado que el Juzgado acepté un préstamo de 630 millones de euros que resultará crucial para pagar las deudas que todavía mantiene la empresa centenaria. Las condiciones que debe cumplir la compañía para obtener el préstamo no solo incluyen la venta satisfactoria de su cartera de patentes, sino también la venta de sus negocios de digitalización de imágenes. Este punto parece más difícil ya que la compañía lleva buscando un comprador desde el pasado mes de agosto, y de momento no ha conseguido llevar a buen puerto ningún acuerdo.
Más sencilla parece la venta de su cartera de patentes. En un primer momento, se rumoreó que Apple y Google podrían combatir por llevarse este importante activo (no en vano, la tecnología que se utiliza en las cámaras de los smartphones y tablets nació con Kodak). No obstante, las dos compañías decidieron unirse a un consorcio de empresas que realizó una oferta a la baja a través de un grupo de inversión. Los 392 millones de euros que recibirá Kodak en caso de concretarse la operación están muy por debajo de la primera valoración que realizó la compañía de este activo, pero servirían para aliviar las maltrechas cuentas de la compañía.
En principio, se espera que esta venta se cierre durante el mes de febrero. Otro de los puntos que debe cumplir la compañía para poder recibir el préstamo es cumplir con sus obligaciones respecto a las pensiones de los trabajadores, afectadas tras haber entrado en bancarrota. También se exige que la compañía complete el proceso de profunda reestructuración que le ha llevado, por ejemplo, a dejar de fabricar cámaras digitales. Sin duda, se trata de una situación muy compleja para una empresa que había llegado a alcanzar una posición muy relevante en el mercado de la fotografía, pero que no ha sabido adecuarse al mundo de la fotografía digital.
Y ello a pesar de que la primera cámara digital que salió al mercado fue de Kodak. Por fin, la compañía con una tradición de más de cien años en el mercado parece haber encontrado un resquicio de luz. Los responsables de la empresa afirmaron que resurgirían con mayor fuerza que nunca tras la bancarrota, una afirmación que parece demasiado aventurada para una compañía que se ha debilitado hasta tal punto. Habrá que estar atentos al desarrollo de Kodak durante los siguientes meses.