La Feria de Electrónica de Consumo de las Vegas, uno de los eventos tecnológicos más importantes del año (por no decir el más importante), ha cerrado sus puertas en 2012 con unos números muy positivos. Ajenos a la crisis, o quizás debido a la misma, los principales fabricantes se han volcado con una feria que pasará a la historia por ser la última en contar con la presencia de Microsoft, hasta ahora uno de los grandes protagonistas del evento (de hecho tradicionalmente el discurso de apertura lo lleva a cabo el responsable de la compañía).
En primer lugar, CES 2012 ha cerrado el año con un récord de acreditaciones, 153.000, una cifra que supera el anterior récord de 2006, en el que se se llegó al número de 152.200. Es decir, seis años después se logra superar este número, un símbolo de que el mundo tecnológico está en plena ebullición, gracias sobre todo al excepcional momento de los tablets y a la introducción en el mercado de los ultrabooks, un dispositivo con el que los fabricantes se han volcado durante la feria. Ejemplo de ello son el Aspire S5 o el renovado Samsung Series 9.
Otro dato que también destaca es el récord en la cantidad de metros expositados en la feria. Hasta 272.800 metros cuadrados para presentar las novedades más diversas, desde los tablets y ultrabooks que ya hemos nombrado, hasta enormes televisiones con una definición bestial (impresiona la televisión de Samsung) e incluso máquinas que son capaces (dicen) de interpretar las ondas cerebrales para jugar a un videojuego. La diferencia entre 2011 y 2008 también se puede ver en el número de empresas que exhibieron sus productos, ya que en 2011 se llegó a las 3.100 y en 2008 se quedó en 3.072.
En definitiva, un gran año para el CES 2012 a pesar de que se despida de uno de sus invitados más ilustres. Microsoft abandona la feria, según la compañía, porque sus lanzamientos de productos no coinciden con las fechas de la feria A partir de ahora, la empresa estadounidense elaborará sus propios eventos para anunciar sus nuevos productos. No hubo despedida emotiva, ni bombazo de última hora; ni siquiera se pudo ver algo nuevo de Windows 8 como se especulaba. La empresa dijo adiós a la gran feria estadounidense sin grandes alardes.
