Windows 7 está lleno de pequeños trucos que pueden ahorrarnos un tiempo precioso a la hora de utilizar este sistema operativo, y conseguir un grado mayor de personalización con el que mejora la experiencia de uso del sistema más utilizado del mundo. Si otro día te hablábamos de cómo cambiar la imagen de inicio del sistema, hoy te traemos un truco para poder cambiar la ruta por defecto del explorador a la hora de abrirlo desde la barra de herramientas.
El primer paso que debemos realizar es acceder al icono del explorador, o bien en el escritorio, o bien desde la propia barra de herramientas. Apretamos en el icono con el botón derecho y luego elegimos «propiedades». En el caso de que el icono esté situado en la barra de herramientas, hay que apretar con el botón derecho del ratón y buscar en la parte de abajo la opción del menú que ponga «Explorador de Windows».
De nuevo habrá que hacer click en el botón derecho y finalmente propiedades para llegar al punto necesario. Se abrirá una ventana de propiedades ordenadas por pestañas en las que normalmente aparecerá en primer plano la pestaña con el nombre «acceso directo». Dentro del recuadro con el bello nombre de «destino» debería estar escrita la siguiente dirección «%windir%\explorer.exe». Aunque desde otras páginas se recomienda no cambiar el valor escrito hemos hecho la prueba y el truco sigue funcionando si borramos este valor.
Por si acaso, se puede dejar este valor intacto y poner un espacio entre la dirección por defecto y la dirección que vamos a utilizar a partir de ahora. Escribimos la dirección que queramos que se abra (normalmente la que más utilicemos) cada vez que pinchemos sobre el icono del explorador. Se puede realizar de forma manual, aunque resulta más sencillo visitar en el explorador la carpeta que vayamos a utilizar y en el recuadro en el que se ve la dirección de la misma hacer click con el botón derecho y luego «copiar dirección como texto». Finalmente, se pega la dirección en el recuadro y el explorador se abrirá siempre con la carpeta deseada, permitiéndonos ahorrar unos segundos en cada ocasión.
