En los últimos tiempos, la privacidad ha ido ganando peso frente a otros problemas que existen en la red, y la preocupación por este punto es cada vez mayor. Este artí­culo podrí­a complementarse perfectamente con el anterior en el que os explicábamos cómo navegar por Internet sin dejar rastros. Se trata de una serie de herramientas gratuitas y sencillas que pueden ayudar a la hora de bucear por la red sin que nuestros datos sean revelados o terminen en alguna base de datos de empresas de publicidad.

Uno de los «chivatos» más utilizados por la empresa de publicidad para conocer nuestra localización es la dirección IP. Se trata de una marca que tienen todos y cada uno de los dispositivos que se conectan a la red y permite saber, entre otras cosas, la localidad desde la que se está produciendo la conexión. ¿A quién no le ha ocurrido encontrarse con anuncios de contactos que anuncian a bombo y platillo haber encontrado la mujer perfecta en la misma ciudad? Para ocultar esta información, recomendamos utilizar algún programa que oculta la dirección como puede ser la herramienta de nombre pintoresco «Hide my Ass» o «Hide my IP». Estos programas funcionan a través de un Proxy, un servidor que sirve de filtro para enviar y recibir la información.

Estos programas no siempre funcionan como se espera de ellos, así­ que es recomendable acudir de vez en cuando a una herramienta que nos revele la dirección IP, para ver si la estamos ocultando correctamente. Uno de los ejemplos de este tipo es «What is my IP Adress?», aunque llegar hasta nuestra IP es tan sencillo como buscar en Google «¿Cuál es mi IP?» (de hecho, existe una herramienta que tiene ese nombre). El caso es que supone una buena forma de asegurarse que estamos escondiéndonos de forma correcta.

Un paso más allá se puede dar con Tor, una herramienta que se vale de una serie de túneles virtuales para evitar la posibilidad de que se rastree la localización y los datos de la navegación. Este programa funciona también cuando estamos chateando a través de mensajerí­a instantánea. Por último, también resulta muy interesante la herramienta «Shields up!», aunque la interfaz de la web es un tanto confusa. A través de esta aplicación se puede medir el grado de seguridad de la conexión y los posibles datos que se están enviando a través de la web sin consentimiento del usuario.