RIM no deja de tener problemas en los últimos tiempos. A la grave situación económica que atraviesa la compañí­a (los resultados le han llevado a anunciar el despido de una parte importante de la plantilla y han levantado todo tipo de rumores de ventas, más o menos plausibles) se le une ahora un problema técnico que ha dejado sin conexión a millones de usuarios. El problema no acaba allí­, ya que la decisión de la compañí­a de compensar a sus usuarios podrí­a costarle más de 80 millones de euros.

Y es que solo por los dí­as que estuvo el servicio sin funcionar la semana pasada RIM deberá entregar a las operadoras 84 millones de euros, que las mismas utilizarán para descontar el dinero de las facturas de los usuarios. Además, la compañí­a canadiense ha decidido entregar a cada usuario hasta 70 euros para que puedan gastarlo en comprar aplicaciones de la tienda de BlackBerry, una decisión que intenta recuperar algo del crédito perdido.

Precisamente el daño real de esta averí­a solo se podrá medir a lo largo de los meses. Algunos analistas se atreven a afirmar que la falta de confianza le hará a RIM perder a uno de cada cinco usuarios, una afirmación preocupante para una empresa que transita por la cuerda floja. A pesar de la confianza de sus dirigentes en el futuro de los nuevos dispositivos presentados durante estos meses, lo cierto es que este nuevo contratiempo podrí­a acelerar la caí­da de todo un sí­mbolo en el mercado de los móviles.

Y es que no solo los clientes finales preocupan a la empresa tras la averí­a. Las empresas forman una parte crucial del ecosistema de móviles, y una pérdida de confianza podrí­a ser todaví­a más grave que en el caso de los usuarios. No hay que olvidar que RIM ya ha mostrado una imagen de cierto caos, con una estrategia poco clara en el mundo de los móviles y con distensiones en su cúpula directiva que han llevado a algunos accionistas a demandar a la propia empresa por haberles ocultado información.