El cibercrimen movió en 2010 más dinero que todo el negocio de la droga. Este tipo de práctica delictiva generó a los cibercriminales unos ingresos por valor de 81.000 millones de euros, a lo que hay que unir los gastos provocados por estos ataques en concepto de tiempo de recuperación, que ascienden a casi 200.000 millones. Unos números que asustan, y que muestran de un solo vistazo la importancia de un mercado subterráneo mucho más peligroso y complejo de lo que muchos piensan.

Según el estudio que ha llevado a cabo la firma de seguridad Symantec, en 2010 el número de ví­ctimas del cibercrimen llegó hasta los 431 millones de personas. Teniendo en cuenta que el número de internautas del mundo se situó a finales de 2010 cerca de los 2.000 millones, una de cada cinco personas conectadas a la red sufrió un ataque. Un porcentaje que muestra sin lugar a dudas el desarrollo del universo del cibercrimen.

Este dato ya sirve por si solo, pero por si a alguien le supiera a poco, cada segundo ocurren en el mundo 14 ciberataques, lo que supone más de un millón de ataques cada dí­a. Si acudimos a unas estadí­sticas centradas en camino con mayor recorrido, dos de cada tres personas han sufrido algún ataque durante su vida (un 69%). Basten estos datos como un aviso para los usuarios que todaví­a no se hayan concienciado con los peligros que supone la red.

Y es que pese a que un 74% de los encuestados afirma ser consciente de la peligrosidad del cibercrimen, solo un 59% cuentan con protección antivirus actualizada y un 61% no utilizan contraseñas complejas ni las cambian con regularidad. Y otro dato. Pese a que en 2010 los adultos que han sufrido un ataque cibernético han sido tres veces más que los que han sufrido un ataque convencional, menos de un tercio de los encuestados creen tener más probabilidades de sufrir un ataque del primer tipo.

El número de amenazas crece de manera constante, a unos ritmos más que preocupantes. En 2010 se encontraron 286 millones variantes diferentes de malware, mientras que el año pasado fueron 240 millones, lo que supone un crecimiento del 19%. Curiosamente, la «ví­ctima tipo» de estos ataques es hombre de entre 18 y 31 años y que accede a la red a través de su móvil, un campo que todaví­a genera una falsa sensación de seguridad.