Se acabó una era en la empresa de la manzana. Steve Jobs, cofundador y principal mente del imperio de Apple, abandona el barco debido a los continuos problemas de salud que le impidieron ejercer su labor de CEO en varias ocasiones durante los ultimos años. En una escueta carta, Steve Jobs ha anunciado que ya no puede continuar. Se abre ahora un panorama totalmente nuevo para Apple sin su figura más representativa.

Y es que Apple, hasta hoy, era Steve Jobs. El responsable del primer ordenador personal de la historia tuvo que abandonar en 1985 la empresa que fundó por diferencias con el Consejo de Administración. Aquel golpe fue duro, y Jobs tardó años en recobrarse (quizás la mano de hierro y la fama de dictador con la que ha llevado la empresa desde su vuelta tenga que ver con aquella experiencia). Pero tras crear Pixar, la excelente factorí­a de animación, Steve Jobs volvió al primer plano. Su éxito le llevó de vuelta a una Apple en clara decadencia, y desde entonces la empresa ha crecido hasta convertirse en la más valiosa del mundo en Bolsa.

El puesto de CEO lo ocupará desde ahora Tim Cook, que ya ha llevado las riendas de la empresa en las ocasiones que Jobs se ha apartado por cuestiones de salud. Pero más allá de la posible reestructuración que pueda vivir la empresa, la pregunta se sitúa en la respuesta que pueda tener el público ante la marcha de la figura en torno a la cual giraba todo el mundo Apple.

La influencia y la presencia que ha sabido granjearse Steve Jobs en Apple (quizás como método de supervivencia para que no le volviera a ocurrir lo mismo) no tiene parangón en el mundo de la tecnologí­a de la actualidad (pese a su relevancia, ni Zuckerberg con Facebook ni Larry Page en Google despiertan semejante admiración).

Recursos no le faltan a Apple para sobrellevar su marcha, pero la empresa debe llenar el vací­o que deja Jobs en materia de imagen y creatividad (aunque según la carta Jobs podrí­a seguir trabajando en la sombra en los diseños de Apple). Mucho dependerá de la rapidez y la eficacia con la que la empresa anuncie los nuevos modelos de iPhone e iPad, los dos productos fetiche que pueden hacer olvidar poco a poco una de las figuras más relevantes de la historia del PC.