La banda ancha en España es un 37% más cara que en el resto de Europa. Nuestro paí­s sigue muy atrasado en este aspecto respecto a los vecinos europeos, y todo hace indicar que falta un largo camino para que los precios sean lo suficientemente competitivos como para meter la cabeza en los paí­ses más destacados del panorama tecnológico. La buena noticia la protagoniza Telefónica, que ha bajado considerablemente su diferencia de precios con otros operadores históricos.

Eso no significa que el dinosaurio español haya equiparado su precio con el resto de operadores. Nada más lejos de la realidad. Según el estudio de la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) que ha mostrado los datos del segundo tremestre del año pasado, Telefónica continúa siendo un 37% más caro que otras compañí­as históricas del sector, aunque ha reducido ostensiblemente la diferencia del 71,7% que exhibí­a en el semestre anterior.

Lo paradójico de todo este asunto es que la CMT decidió incluí­r en sus baremos las ofertas y promociones, precisamente por las quejas de las operadoras españolas que consideraban que la diferencia de precios podí­a venir por este punto. Una excusa que no parece sostenerse en pie ahora. El precio medio en España por una conexión entre 2 y 10 Mbps y teléfono es de 33 euros, mientras que en la Unión Europea la media desciende hasta los 24 euros (una diferencia del 37,5%).

La distancia no disminuye en el caso de las conexiones más altas (entre 10 y 30 Mbps). En España la mejor oferta encontrada es de 34 euros, mientras que la media europea se sitúa en los 30 euros. Es decir, que la mejor oferta española está un 13% por encima de la media de la Unión Europea.  Una situación análoga a la que se produce en las conexiones más lentas y en las que superan los 30 Mbps. Este estudio toma como referente los precios respecto al poder adquisitivo de cada paí­s, e incluye el coste de alquiler de lí­nea.