El hecho de que nuestro paí­s esté por debajo de la media europea en la adopción de las nuevas tecnologí­as es algo que ya no sorprende. Pero que a pesar de todos los planes y proyectos del gobierno para cambiar esta situación, España haya perdido dos posiciones en el ránking europeo de convergencia tecnológica y se sitúe en el puesto 17 de la lista es una situación difí­cil de digerir.

El problema no es solo ese; si miramos por comunidades, la lí­der que es Madrid está por debajo de la media europea en 11 de los 28 indicadores del estudio realizado por la fundación Orange durante 2010. Catalunya, que sigue a Madrid en comunidades españolas con mejores í­ndices, fracasa en la mitad de los indicadores. Pero lo más grave es que en nueve de esos puntos todas las comunidades españolas están por debajo de la media.

En lo que sí­ destaca España, paradójicamente, es en el acceso a la banda ancha de las empresas de diez o más empleados. En este punto es el paí­s más adelantado de Europa, lo mismo que en el acceso a Internet a través del móvil (junto a Luxemburgo y Suecia). Precisamente el paí­s nórdico es el lí­der de este ránking con 83 puntos y aventaja a España en 18 puntos (nuestro paí­s ha bajado un punto entre 2009 y 2010, para quedarse con 65 puntos).

La buena noticia (si es que se le puede llamar buena) es que la Unión Europea ha decidido bajar los objetivos de convergencia tecnológica entre 2011 y 2015 como consecuencia de la crisis económica, así­ que España podrí­a conseguir mejorar sus números en los años siguientes. Este informe mide datos como la penetración de la banda ancha, el número de empresas que se valen del comercio electrónico o el número de usuarios que utilizan la banca a través del móvil.