Se confirmó lo que ya os adelantamos hace unos días. Los nuevos MacBook Pro de Apple llevarán la tecnología Intel Light Peak, ahora rebautizada como Thunderbolt. Se trata de una tecnología de transmisión de datos que duplica la velocidad de transferencia con respecto al USB 3.0 hasta los 10 GB por segundo (aunque se está trabajando con prototipos capaces de llegar hasta los 50 GB). Una de las razones que han hecho bajar la velocidad de transmisión es que finalmente Intel se ha decantado por utilizar el cobre y no la fibra óptica.
La razón es el elevado coste que supone, todavía, utilizar este material. Pese a que la inclusión de esta tecnología supone un avance y vuelve a colocar a Apple en el puesto más elevado en cuanto a innovación, los propios responsables de Intel han admitido la posibilidad de que el protocolo USB 3.0 e Intel Thunderbolt convivan durante años. Precisamente se ha dejado caer la posibilidad de que no se adopte la fibra óptica hasta dentro de media década.
Otra de las ventajas de Thunderbolt, además de su rapidez, es que se trata de una tecnología multiprotocolar. Es decir, que se puede conectar diversos dispositivos diferentes al mismo puerto, permitiendo una mejora considerable en el espacio utilizado. Fuera de la tecnología Thunderbolt, los nuevos MacBook Pro de Apple incluyen nuevos procesadores Intel Core de segunda generación o Sandy Bridge.
En el caso del MacBook Pro de 13,3″ incorpora un procesador Intel Core i5 de doble núcleo de 2,3 GHz (aunque se puede ampliar a un procesador Intel Core i7 de dos núcleos a 2,7 GHz). Los modelos de 15″ y 17″ apuestan por un procesador Intel Core i7 de cuatro núcleos y hasta 2,3 GHz. Los precios son de 1,150 euros en el caso del MacBook Pro de 13,3″, 1.750 euros el de 15″ y 2.500 euros el de 17″.
