Hoy se cumplen 25 años desde el primer virus informático de la historia. Una fecha no muy agradable de recordar, pero que marcó el comienzo de una realidad que se ha expandido hasta llegar a los desorbitantes niveles de malware que vivimos hoy. Los pioneros fueron dos programadores pakistaníes, y como se encarga de recordar Ontinet en su blog, seguramente ni siquiera tenían la intención de infectar los sistemas, ya que sus datos de contacto estaban en el propio virus.
Fue un 19 de enero de 1986 cuando los dos informáticos pakistaníes, hartos de que se piratearan sus programas, crearon un virus llamado ©Brain que atacaba a los discos extraíbles (disquetes sobre todo) y que era bastante inofensivo en realidad. El virus infectaba los sectores de arranque de estas unidades y les cambiaba el nombre. Muy diferente a lo que ahora se vive sin duda, con programas capaces de destrozar un ordenador o de robar datos personales, como ocurre con el famoso Stuxnet.
Precisamente, el troyano más famoso de 2010 ha sido relacionado ya con los gobiernos de Israel y Estados Unidos según informaciones del New York Times. Pero volvamos atrás. Tras la aparición de ©Brain, le siguieron una serie de virus cada vez más complejos, en lo que podemos llamar la época romántica de estas amenazas. El mayor objetivo era cobrar protagonismo con ellos y demostrar su habilidad como informáticos.
Pero eran otros tiempos. Ahora el objetivo más extendido es el beneficio económico. Tanto es así, que ya hay varios informes que apuntan a que se mueve más dinero con el cibercrimen que con la droga o las armas. Los camellos del siglo XXI están en la red, y sus “drogas” son los kits de herramientas para fabricar virus o las versiones ya diseñadas.