¿Qué le ocurre a Apple? Eso es lo que se preguntan muchos analistas, por los malos resultados que está consiguiendo la compañía en la Bolsa. El pasado miércoles, la compañía de la manzana marcó la mayor caída de sus cuatro últimos años, y a pesar de remontar durante la jornada del jueves, sigue estando inmerso en una espiral negativa que arroja muchas dudas sobre la capacidad de la compañía de seguir generando la misma expectación entre sus accionistas año tras año con el lanzamiento de los nuevos productos. Casualidad o no, la caída de la empresa en Bolsa comenzó tras el primer fin de semana del iPhone 5 en el mercado.
Apple parecía tocar el cielo una semana despues de anunciar la última versión de su popular smartphone, el iPhone 5. Sus acciones sobrepasaban la cota de los 700 dólares, y el terminal inteligente llegaba entonces al mercado (21 de septiembre). Algunos analistas predijeron incluso que las acciones de Apple podrían llegar a superar los 800 dólares antes de fin de año. Pero la realidad fue muy diferente. Los valores de la empresa han descendido desde entonces sin que se tengan razones claras de su caída, y se situaron al cierre de la sesión de este jueves en los 547 dólares, o lo que es lo mismo, alrededor de un 22% menos que en su momento más álgido, el pasado 19 de septiembre, en el que sus valores llegaron hasta los 702 dólares.
Pero más sorprendente incluso fue su caída del pasado miércoles, la mayor sufrida por la compañía en los últimos cuatro años. Los títulos de Apple cayeron en una sola jornada desde los 575 dólares hasta los 538 dólares. Las razones para este descenso son múltiples. Por un lado, resultó dañiño un informe de IDC sobre los tablets en el que se muestra que el iPad sigue perdiendo cuota de mercado frente a los dispositivos Android. Tampoco ayudó la información de que la compañía traslada la fabricación de algunos ordenadores iMac a Estados Unidos. A pesar de esa apuesta por su propia tierra, los inversores tienen muchas dudas de la posible pérdida en la rentabilidad que se produzca al desvíar la producción de países como China.
Sea como fuere, Apple sigue siendo la compañía tecnológica que genera una mayor expectación en el mundo (incluso entre todas las compañías del panorama mundial). Sus lanzamientos están rodeados por una legión de seguidores e interés de los medios, y sus ventas están creciendo año a año a ritmos muy altos. ¿Qué le ocurre entonces a la compañia? ¿Por qué sus valores han entrado en esta tendencia negativa? Sin querer entrar demasiado en la especulación, uno de los principales motivos que pueden estar arrastrando a la compañia es el hecho de que la empresa está perdiendo la capacidad de sorprender.
El iPhone 5 es una mejora respecto a la anterior versión, pero no supone un salto ni a nivel tecnológico ni a nivel de diseño. Tampoco el lanzamiento del iPad Mini ha ayudado a despertar el interés de sus inversores. Por un lado, muchos lo han visto como una concesión frente a rivales como Google y Amazon que han querido combatir con tablets de tamaño más reducido. Por otro, se teme que este iPad le robe ventas al iPad mayor, algo que podría reducir los márgenes de beneficios de la compañía. Tampoco ayudó el anuncio por sorpresa de un nuevo iPad (el iPad 4) tan solo unos meses después de que se lanzara el iPad 3, algo que ha generado descontento entre muchos usuarios que habían comprado antes este modelo pensando que sería la punta de lanza de la empresa por lo menos durante un año.
Sea como fuere, habrá que seguir atentos a cómo se desarrollan las acciones de Apple durante las próximas semanas, ya que hasta la caída del miércoles los títulos parecían haber vuelto a encontrar una senda de recuperación.