No es una práctica nueva, y a estas alturas no debería sorprender, pero tal y como está la situación de la economía en la actualidad, resulta duro asisitir a las maniobras de las grandes compañías para evitar pagar impuestos. La filial de Google en España ha vuelto a declarar pérdidas en un movimiento que está de acuerdo con la ley fiscal vigente, a pesar de que la compañía facturó en nuestro país 38 millones de euros a lo largo del año 2011. Hacienda lleva abierta una investigación para estudiar las cuentas del gigante de Internet desde hace unos cuantos meses, pero no parece que esta investigación vaya a traducirse en ningún tipo de multa (y en caso de producirse, las cantidades no serían muy grandes según la mayoría de los indicios).
Como ya hemos explicado en algún otro artículo, la maniobra de Google es utilizada por varias empresas importantes del sector tecnológico. Se considera que el gran precursor de este tipo de prácticas ha sido Apple, la compañía que mayores beneficios logra en todo el mundo. La esencia de estos movimientos está en aprovechar la posibilidad de facturar las ganancias en otro país diferente al que se producen estos números. El nombre que recibe comúnmente la maniobra que realiza Google se llama el «irlandés doble«. Como indica el nombre, Irlanda tiene una importancia crucial.
Google factura la mayor parte de los beneficios cosechados en España a través de la filial de la compañía Irlanda (Google Ireland). El país británico cuenta con unos impuestos mucho más ligeros que los de nuestro país (un 12,5%). Pero la jugada no acaba ahí, porque Irlanda permite que estos beneficios se vuelvan a facturar fuera de sus fronteras a través de otra sociedad afincada a un paraíso fiscal, que cuenta con impuestos mucho menores. Esta maniobra permite que Google termine pagando impuestos por valor de menos de un 3% de sus beneficios fuera de su tierra natal (Estados Unidos), una cantidad mucho más atractiva que los porcentajes en los que se mueve la fiscalidad española.
Pero lo peor de estos movimientos no es solo esta pérdida de ingresos que sufre Hacienda a pesar de que se generan las ganancias en nuestro país, sino en el hecho de que durante los últimos dos años la declaración de Google en España le ha salido a devolver. La compañía declaró pérdidas de más de medio millón de euros en 2010 y en 2011 ha vuelto a repetir números rojos con una cifra más modesta de algo más de 70.000 euros en pérdidas. Y ello a pesar de haber aumenta su facturación en nuestro país en casi un 50%. La filial de Google se ocupa fundamentalmente de gestionar la publicidad de la compañía en nuestro pais y de realizar demostraciones de producto.
Sin duda, las maniobras de Google y de otras empresas extranjeras con filiales en España obedecen a la legislación vigente en los diferentes países. pero son un movimiento muy poco popular (sobre todo teniendo en cuenta los márgenes de beneficios con los que juegan compañías de primer nivel como Apple y la propia Google). La explicación que se da desde el gigante de las búsquedas es que tienen una responsabilidad con sus accionistas, aunque en estos momentos de grave crisis se echa en falta una mayor responsabilidad con el conjunto de los ciudadanos.