Toshiba U840W

Los ultrabooks son los portátiles finos y potentes que ha apadrinado Intel para que lleven sus procesadores de bajo voltaje. A pesar de que su ascendencia en el mercado es cada vez mayor, todaví­a están lejos de cumplir el objetivo de Intel de estar por debajo de los 1.000 dólares de precio. Para intentar acelerar la adopción de los ultrabooks, la compañí­a de los chips podrí­a estar planteando la posibilidad de reducir el coste de algunos de sus modelos de procesadores de la familia Intel Core i3. De este modo, disminuirí­an también los costes asociados a la producción de los portátiles y los fabricantes podrí­an disminuir los precios finales.

Intel podrí­a recortar un 10% los precios de algunos de los modelos de la familia Intel Core i3, en un nuevo intento por mejorar el rendimiento de los ultrabooks en el mercado. No es la primera de las medidas que ha tomado la compañí­a en los últimos tiempos. Hace unos meses creó un fondo de casi 230 millones de euros para ayudar a los fabricantes en su desarrollo de los ultrabooks, e incluso está investigando nuevas piezas que puedan abaratar el coste final, como por ejemplo un chasis hecho de plástico que promete la misma resistencia que el aluminio pero que será más barato de fabricar.

Samsung Series Ultra 5

Los motivos que están empujando a Intel a explorar todos estos caminos para conseguir abaratar los ultrabooks son varios. En primer lugar, desde que los tablets han irrumpido con fuerza en el panorama tecnológico las ventas de los ordenadores portátiles se están viendo afectadas, y el concepto de los ultrabooks surgió como una reacción a esta amenaza. No obstante, el alto precio de estos dispositivos se está convirtiendo en el mayor obstáculo para que haya una mayor adopción de estos portátiles.

En segundo lugar, AMD ha decidido competir con Intel en este campo y ha empezado a diseñar sus «Ultrathin», unos portátiles con las mismas caracterí­sticas pero que podrí­an alcanzar precios muy inferiores a los que tienen los ultrabooks con chips de Intel. En tercer lugar, también está la amenaza de los MacBook de Apple. Los portátiles ultrafinos de la empresa de la manzana están bajando su precio, y aunque siguen siendo más caros las diferencias ya no son tan grandes respecto al precio de los ultrabooks.

Así­ las cosas, el gran problema que existe actualmente es el coste de fabricación con el que tienen que lidiar los portátiles apadrinados por Intel. Pese a los esfuerzos de la compañí­a, los ultrabooks apenas dejarí­an márgenes (o incluso arrojarí­an pérdidas para las empresas) en el caso de tener que alcanzar los números que quiere la compañí­a de chips. Sea como fuere, el peso de estos portátiles comienza a notarse dentro del mercado de los ordenadores. Según un estudio de NPD Group, los ultrabooks ya suponen un 11% de todas las ventas de portátiles que superan los 700 dólares (unos 530 euros al cambio, aunque la conversión de los precios de los dispositivos tecnológicos nunca es directa). Una cifra todaví­a baja pero que evidencia un interés creciente por hacerse con uno de estos portátiles ultrafinos.