Visa y MasterCard han sufrido el mayor robo de datos de tarjetas bancarias de la historia. Hasta un millón y medio de cuentas de estas dos plataformas han sido robadas en Estados Unidos debido a una brecha de seguridad en uno de los proveedores de servicios con los que trabaja Visa. Los hackers pudieron robar los números de un millón y medio de tarjetas, aunque según se informa desde el proveedor de servicios afectado, Global Payments, no se llegaron a poner en peligro los nombres de los usuarios, ni su dirección ni el número de la seguridad social. Aún así, la gravedad de este robo ha hecho que se alerte a los usuarios de que permanezcan muy atentos a los movimientos que se produzcan en sus tarjetas en los próximos días, y en asegurarse de que todas las compras que aparezcan en sus cuentas bancarias sean legítimas.
El caso es que todavía no se han registrado ataques a través de las cuentas vulneradas, un verdadero alivio aunque la alerta sigue siendo máxima. Global Payments, una de las empresas proveedoras de servicios con las que trabaja Visa, ha perdido su estatus de compañías aprobadas por parte de la plataforma de pago. Una consecuencia lógica después de que la proveedora anunciara un acceso no autorizado a una parte importante de sus sistema de procesamiento de datos. Visa no volverá a trabajar con esta compañía hasta que revalide su adhesión al estándar de seguridad de pago que utiliza la plataforma Visa (DCI-PSS).
Los responsables de Global Payment han anunciado que están trabajando para arreglar la brecha que ha provocado este robo de seguridad, pero no han puesto una fecha concreta para solucionar este problema y poder volver a recobrar la confianza de Visa. Más allá del impacto económico que puede tener el cese de la utilización de estos servicios, el problema para Global Payment está en el descrédito que ha sufrido por culpa de esta brecha. En un solo día sus acciones se desplomaron casi un 10% de su valor en la Bolsa y se tuvo que paralizar su cotización para evitar que la sangría fuese a más. Tanto Visa como MasterCard han querido relativizar el daño que esta vulnerabilidad ha tenido en sus propios sistemas, aunque Visa si reconoció que su plataforma había sido parcialmente afectada.
Uno de los problemas del nivel de informatización que existe con los grandes sistemas es que la cadena de responsables de la seguridad de los datos suele estar formada por unos pocos eslabones, que en caso de romperse pueden hacer peligrar la cadena entera. No es la primera vez que Visa y MasterCard sufren un problema de este tipo. Uno de los antecedentes se remonta al año 2006. En ese caso, el problema surgió a partir de una empresa subcontrada por Visa llamada CardSystems Solutions que también sufrió una brecha de seguridad. Curiosamente, ese problema de seguridad también afecto de manera exclusiva a los usuarios estadounidenses y afectó a los datos de 200.000 usuarios.
