Malware para Android

Smartphones y tablets son compañeros insustituibles de la vida moderna. Su avance está siendo vertiginoso, hasta el punto que se han convertido, sobre todo los smartphones, en verdaderas navajas suizas de la tecnologí­a con una potencia propia de un ordenador. Estas capacidades no pasan inadvertidas para los cibercriminales, que se han encontrado con un campo de acción virgen que resulta muy interesante para poder expander sus programas maliciosos sin grandes oposiciones.

Según un informe de G Data, el malware desarrollado para la plataforma Android ha crecido en 2011 casi hasta multiplicar diez veces el número de amenazas existentes en relación al año 2010 (un 949% más). Precisamente la plataforma de Android se ha convertido en uno de los principales objetivos de los cibercriminales, tanto por su carácter abierto que permite la entrada de una mayor cantidad de programas maliciosos como por la enorme popularidad que ha cosechado en un par de años (no en vano, ya se ha destacado como el lí­der dentro de los sistemas operativos para smartphones y disputa el dominio del iPad dentro del campo de los tablets).

Malware para Android

También es preocupante el hecho de que existe todaví­a entre los usuarios una falsa sensación de seguridad debido a que el segmento móvil es un campo poco explotado por los cibercriminales, que hace que la mayorí­a de los usuarios no cuenten con una solución de seguridad que les proteja de los ataques. Esta situación es una ventaja clara para los hackers, que pueden entrar con mayor facilidad en los terminales de las ví­ctimas para poder robar datos personales o bancarios. Precisamente el crecimiento de la banca móvil está provocando un aumento muy notable de las amenazas encaminadas a robar los datos bancarios de los usuarios.

Incluso un campo como el del hacktivismo que ha alcanzado un gran auge durante el año pasado también tuvo su reflejo en el campo de los smartphones y tablets. El ejemplo más claro es un troyano descubierto en diciembre de 2011 y que permití­a a los hackers enviar mensajes a los contactos del terminal con enlaces a foros de debate y páginas web reivindicativas, todo ello sin que el usuario tenga conocimiento de este hecho.

Si nos fijamos en el contexto global del malware, durante el año pasado se encontraron un total de 2.57 millones de amenazas nuevas, un 23% más que en el año 2010. A pesar de que eso supone una caí­da respecto a los porcentajes de años pasados, sigue siendo muy alto. Uno de los campos que más se explota es el del malware bancario. A pesar de que existen pocos troyanos bancarios, los cibercriminales crean una gran cantidad de variantes para poder explotarlos. Una de las tendencias más acusadas en el año pasado ha sido la de acortar mucho la vida de dichas variantes, incluso hasta rozar el dí­a de vida, de forma que los antivirus tengan muchas dificultades a la hora de registrar el troyano y aportar una solución a tiempo.