Toshiba ha presentado sus resultados económicos correspondientes a su tercer trimestre fiscal (el periodo de octubre a diciembre del año pasado), con unas cifras que muestran el mal momento que atraviesa la compañía japonesa. Toshiba ha registrado pérdidas de 108 millones en este periodo, y ha debido rebajar sus pretensiones respecto al cuarto trimestre fiscal que termina en marzo de este año. A pesar de estos números, la compañía espera cerrar el año fiscal con números positivos, aunque en una situación bastante más débil que en el año pasado.
Las pérdidas de 108 millones contrastan con los 126 millones de euros de beneficios que logró en el mismo periodo del año anterior. En este periodo los ingresos de la compañía llegaron a los 14.700 millones de euros, una cantidad que está un 8,8% por debajo de lo logrado en el tercer trimestre fiscal de 2010. Uno de los factores que explica esta situación es la grave crisis económica del mundo occidental y de Japón, que ha afectado tanto sus ventas en su propio país como sus ventas fuera. Además, la fortaleza del yen en los últimos meses ha provocado que la compañía obtenga menos dinero por las exportaciones.
También han tenido mucha influencia los desastres naturales. El terremoto y posterior tsunami de Japón ha dejado tocada la economía del país asiático, y ha dañado seriamente la infraestructura y el mercado nipón, lo que ha provocado que muchas empresas de primer orden hayan rebajado sus ingresos y beneficios respecto a años anteriores. A este desastre también se les han unido las inundaciones de Tailandia, que han provocado una merma considerable en el suministro de discos duros. Esta debilidad se ha traducido en problemas de suministro para los fabricantes de ordenadores, como la propia Toshiba.
De cumplirse las nuevas previsiones del fabricante japonés para el cuarto trimestre fiscal, la empresa vería como su beneficio neto se reduce a la mitad en un año, hasta los 660 millones de euros. Los ingresos de la compañía en este mismo periodo alcanzarían los 63.265 millones de euros, una caída en las ventas de más del 11%. En definitiva, 2012 se va a convertir en un año muy difícil para el fabricante japonés, ya que todo hace indicar que la situación económica actual se prolongará en el tiempo.