Windows 8 cambiará la gestión de las redes

Microsoft ultima la preparación de su nuevo sistema operativo Windows 8. Apenas queda un mes para que la compañí­a lance la beta pública de su producto, y cada vez se conocen más detalles sobre los cambios que experimentará el nuevo Windows. La orientación de esta versión hacia los tablets y la movilidad provocarán que se produzcan novedades en el modo en el que se gestiona el acceso a las redes inalámbricas, sobre todo a la hora de conectarse a través de Internet móvil.

En primer lugar, la compañí­a cambiará la interfaz de acceso a las redes para hacerla más clara. Por defecto, las redes Wi-Fi preferidas estarán por encima de las conexiones 3G, ya que suelen ofrecer mayores velocidades de conexión. Además, esta nueva herramienta de conexión aprenderá de nuestro comportamiento para mostrar primero las opciones preferidas. Así­, si nos desconectamos manualmente de una red, Microsoft no se volverá a conectar a ella de manera automática. Y si nos desconectamos de una red para conectarnos a otra, esta segunda aparecerá por delante de la anterior en sucesivas conexiones.

Windows 8 cambiará la gestión de las redes

Otro de los aspectos que se han mejorado notablemente es la velocidad con la que el equipo se conecta a la red. Por ejemplo, cuando el equipo vuelve del modo de suspensión, Windows 8 se conecta automáticamente a la red preferida en menos de un segundo, de forma que podremos utilizar las capacidades de red casi de manera inmediata. Esto supone una ventaja competitiva clara respecto a Windows 7, que según los datos de la compañí­a tarda alrededor de diez segundos en llevar a cabo el proceso.

Además, siguiendo con la idea de Microsoft de reducir al mí­nimo las molestias para el usuario (ya hablamos en Tuexperto de que se tení­a pensado evitar en la mayorí­a de casos los molestos reinicios del sistema cuando instalamos alguna actualización, Windows 8 tendrá incorporado un driver común para una gran cantidad de llaves 3G con el que se evita tener que instalar los controladores o cualquier programa para utilizarlas. Además, la nueva interfaz permitirá controlar la cantidad de datos que se han transferido (para regular el gasto) y Microsoft no descargará las actualizaciones de Windows Update hasta que el equipo esté conectado a la WiFi para ahorrar gasto de datos (menos en el caso de que se trate de una actualización crí­tica).