SSD de Samsung

Estamos ante una buena noticia para el sector y sobre todo para el consumidor, pero no tan buena para los fabricantes de discos duros, un segmento que cada vez está más amenazado por el crecimiento de las tarjetas SSD. Los dispositivos de almacenamiento sólido bajarán su precio considerablemente a lo largo de 2012, sobre todo en la segunda mitad del año. La entrada en el mercado de los tablets ha provocado una explosión del uso de este formato, que también se ha convertido en una constante para los ultrabooks.

Según la previsión de IDC, las tarjetas SSD bajarán desde la media de 1,56 dólares por gigabyte en 2011 hasta un precio por debajo de un dólar por gigabyte. La analista ha fijado los ingresos por ventas de SSD durante 2011 en alrededor de 3.800 millones de euros, algo más del doble de lo que se consiguió en el año anterior. En concreto, un 105% más que los 1.840 millones de euros de 2010. Se espera que el crecimiento de las tarjetas crezca una media del 50% cada año hasta 2015, una previsión de acuerdo con la realidad del mercado pero hay que tomar con pinzas teniendo en cuenta la naturaleza cambiante del segmento tecnológico.

Tarjetas SSD de Intel

Para que el todaví­a no haya oí­do hablar de las tarjetas SSD o no conozca sus diferencias respecto a los discos duros tradicionales, este formato de almacenamiento se caracteriza por contar con una memoria Flash y no tener partes móviles como los discos duros. Estas partes son causantes del desgaste más rápido del disco duro y tienden a estropearse con mayor facilidad que la memoria Flash. Además, las SSD cuentan con una mayor velocidad de acceso a disco y mejores velocidades de escritura y lectura.

Claro, su principal desventaja está en su precio, aunque su creciente masificación está permitiendo bajar los precios de manera considerable y acercarlos progresivamente a los de los discos duros (aunque todaví­a estén bastante por encima). En este aspecto, las terribles inundaciones de Tailandia ha provocado que la reducción de discos duros caiga drásticamente y que sus precios suban, acelerando este proceso de igualación. Su introducción en el mercado va a ser más rápida también gracias a la aparición de los ultrabooks, portátiles finos y potentes que están optando mayoritariamente por estas tarjetas.