Que a la compañí­a canadiense RIM le va mal es algo sabido por todos. Hace poco tiempo la compañí­a anunció que se preparaba el despido de una parte importante de su plantilla, y los últimos resultados financieros mostraron un preocupante descenso en las ventas. Pero es que la empresa de las BlackBerry también tiene que afrontar un duro golpe a una de sus apuestas principales del año, la tableta BlackBerry PlayBook que llegó con la promesa de satisfacer las necesidades tanto de un equipo empresarial como de uno multimedia.

Una promesa que parece haber caí­do en saco roto, ya que la empresa canadiense reducirá de manera notable la producción de este equipo debido a los pobres resultados que está opteniendo (se especula con que se despida a más de mil trabajadores que trabajan en la fabricación de la tableta). Los números no engañan: de cuatro millones de tablets solo se han conseguido colocar 800.000 unidades, y de estas solo se han vendido 200.000.

Unos números que invitan a pensar en una reducción de precios en poco tiempo, algo que beneficiarí­a al usuario pero que confirmarí­a el fracaso de RIM con su equipo. Un dispositivo que cuenta con bastantes virtudes pero con unos defectos de una magnitud imperdonable. Entre ellos, cabe destacar dos. El primero de ellos levantó las iras de muchos expertos y usuarios. Hablamos de la falta de un cliente de correo nativo en el dispositivo (una de las señas de identidad de los equipos BlackBerry).

El otro de ellos es el retraso en una caracterí­stica que podrí­a salvar el sistema operativo QNX, diseñado por RIM, y que consiste en su compatibilidad con aplicaciones Android. A pesar de que la BlackBerry PlayBook es un equipo potente, esta tableta de 7″ ha salido al mercado con un precio demasiado caro como para competir directamente con otras opciones como el Samsung Galaxy Tab 10.1 o el iPad 2.