Un equipo de expertos de seguridad ha utilizado una aplicación para interferir los datos de la red de GPRS, una tecnología utilizada para conectarse a Internet a través del móvil. A pesar de que ultimamente están proliferando las tecnologías que permiten unas velocidades de conexión mayores (sobre todo redes 3G como HSDPA y HSUPA pero también 4G), esta tecnología está presente en el 90% de este tipo de transferencias de datos a nivel global.
El grupo, comandado por Karsten Nohl, pertenece a la empresa de seguridad Security Research Labs. La aplicación se vale de un equipo de radio que costaría en el mercado unos diez euros, y sería capaz de robar los datos de las conexiones GPRS que se encontraran en un radio de cinco kilómetros de donde se utiliza la misma. Es decir, que serviría para hackear las conexiones de una gran ciudad como Madrid.
Los datos susceptibles de ser robados incluyen e-mails, historiales de navegación a través de la red o las conversaciones de chat, un elenco muy variado que puede contenir todo tipo de datos relevantes. Esta aplicación ha sido probada en Italia, Alemania y otros países europeos que no se han revelado. De comprobarse que efectivamente que esta aplicación puede llegar tan lejos se trataría de un aviso muy urgente para las operadoras, que según estos expertos han cometido una negligencia a la hora de establecer la seguridad de las redes GPRS.
Resulta muy común que las operadoras se valgan de estas redes para la conexión móvil, no solo de manera principal, sino como suplemento para las redes 3G, cuando las tarifas planas de los móviles llegan a su límite o para realizar conexiones que no requieran mucha velocidad (como para la actualización del correo electrónico). Una solución estaría en utilizar más a menudo tecnologías de cifrado como SSL, que permitirían salvaguardar los datos más sensibles.