Las inversiones en infraestructura tecnológica parecen estar abocadas a un recorte drástico en los tiempos de crisis que se están padeciendo. A pesar de las buenas cifras de algunas compañías en contraste con la apatía económica generalizada, muchas empresas del sector tecnológico han sufrido cuantiosas pérdidas respecto a los años previos de bonanza. Tanto es así, que muchas de éstas buscan alternativas de negocio con el fin de resistir hasta que el temporal financiero amaine. Un firme reflejo del estudio realizado por la consultora CFO Resarch Services del que se extrae una idea clara. Y es que las infraestructuras de TI no son una prioridad para muchas compañías en estos tiempos convulsos.
De hecho, el sentir generalizado de los responsables financieros de grandes empresas sometidas a estudio, han declarado que en última instancia se llegaría a la modernización del equipamiento ya existente en lugar de su renovación. El objetivo es obtener unos ajustados presupuestos de actuación a la hora de tratar de reducir costes operativos y la eficiencia de los sistemas ya existentes. De esta forma, se consigue una amortización más rápida de la inversión realizada.
Menos de la mitad de los encuestados, concretamente un 45%, opinan que la infraestructura tecnológica de la empresa es un componente importante y necesario para la aportación de valor a la misma. Lo que se traduce en que en momentos de recesión como el que se vive actualmente, la prioridad de las empresas es su reposicionamiento para alcanzar ciertas cotas de competitividad. Al menos en las empresas que han logrado mantenerse a flote sin realizar demasiados recortes en su organización. Sin embargo, aquellas más afectadas por el varapalo de la crisis valoran los sistemas de TI existentes como una inversión efectiva para lograr una ventaja competitiva.
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