La comapañía japonesa Toshiba desarrolla desde hace años una gama de portátiles orientada a empresas que quieren disponer de un gran potencial de recursos a unos precios en proporción a sus capaciades. Bajo esta premisa de mantener una buena relación entre la calidad y el precio, nace el Toshiba Satellite Pro P300-24J. Un ordenador con unas prestaciones dignas de cualquier ordenador de sobremesa, con la relativa facilidad de transporte que ofrecen sus 17 pulgadas de pantalla y los nada despreciables 3,35 kilogramos de peso.
Una pantalla TFT de alto brillo con calidad WXGA+ con una resolución máxima de 1440×900 píxeles. La artífice de enviar la señal de vídeo es una tarjeta gráfica ATI Mobility Radeon HD 3650 con 512 MB de memoria VRAM dedicada. Capacidad que puede incrementarse mediante la tecnología HyperMemory hasta un total de 2302 MB, tomando el resto prestado de la memoria principal del sistema si fuera necesario, para así descargar de trabajo al procesador.
Algo que se puede dejar notar dependiendo de la complejidad de las operaciones llevadas a cabo por el motor gráfico de ATI. Aunque con los 4 GB de memoria DDR2 que acompaña al procesador Intel Core2 Duo T9550 a 2,66 GHz no debería producirse cuellos de botella, al menos sobre el papel. Toda esta gran potencia de procesamiento se ve reforzada por 1 TB de capacidad de almacenamiento de datos, repartida entre dos discos duros convencionales de 500 GB cada uno.
Lamentablemente, hubiese sido de esperar que Toshiba hubiese incorporado unidades con una velocidad de giro superior a las 5.400 revoluciones por minuto. Lo cual puede resultar un pequeño lastre para tareas de edición en vídeo digital. Ya que esta es una de los opciones de uso del portátil, ante el amplio abanico de posibilidades que ofrece.
Dadas sus dimensiones y su peso, Toshiba toma conciencia de que no se trata de un dispositivo orientado a la movilidad, sino más bien todo lo contrario. Por eso aspectos como la duración de la batería, de tan sólo una hora y media, no han sido demasiado cuidados. Al igual que la carencia de una conexión a Internet mediante red de banda ancha móvil, lo cual resultaría un tanto absurdo. Presentando en cambio, las acostumbradas Gigabit Ethernet junto a las inalámbricas Wi-Fi 802.11a/g/Draft-N y Bluetooth 2.1+EDR.
Sus dimensiones también repercuten de forma positiva en el confort a la hora de trabajar durante horas con este dispositivo. No sólo por el tamaño de la pantalla, sino por la amplitud del teclado completo. Además de contar con un buen número de conexiones de todo tipo repartidas por los laterales del chasis. Desde salidas de vídeo VGA y S-Video y pertinentes conexiones de sonido, hasta el puerto I-Link y cuatro puertos USB 2.0. De éstos, uno de ellos comparte conexión con un puerto eSATA y otro incorpora la función USB Sleep-and-Charge, que permite la carga de dispositivos móviles incluso cuando el ordenador está apagado. Tampoco se pueden pasar por alto la unidad óptica grabadora de DVD multiformato y un lector para diversos tipos de tarjetas de memoria.
Todo esto hace que el Toshiba Satellite Pro P300-24J se convierta en un buen sustituto para los voluminosos ordenadores de sobremesa de alto rendimiento, acompañado del sistema operativo Windows Vista Business con opción a actualizar al vigente Windows 7. El portátil ya está disponible en España a un precio de 1.507 euros.
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