Sólo un 4% de los proveedores de servicios TI para empresas son capaces de aprovechar al máximo el rendimiento de sus sistemas de monitorización remota. Eso es lo que se desprende de un estudio realizado por la empresa GFI a través de una encuesta de satisfacción de uno de sus productos.
Más concretamente la solución GFI Max, una solución de gestión y monitorización remota de la propia compañía, que incluye servidor, monitorización y gestión de la red y de la infraestructura informática. La encuesta se ha pasado a más de 200 compañías de soporte TI para empresas con el fin de verificar su nivel de satisfacción. El cual parece no ser muy alto a la vista de los resultados ya que la mitad de estas compañías afirman que la implantación de estos sistemas resulta difícil. No sólo eso, sino que debido a la complejidad del sistema, partes importantes de las herramientas de gestión acaban siendo desaprovechadas.
Todo ello después de que un 47% de las compañías tardasen más de un mes en tener el software plenamente operativo desde su adquisición. Tiempo que en alguno de los casos, un 20%, llegó a prolongarse hasta los seis meses. Plazos similares en los que los técnicos especializados adquieren los conocimientos necesarios para sacar rendimiento a la inversión realizada.
Debido a esto, los costes asumidos por las empresas a la hora de implementar este tipo de herramientas no cubren las expectativas del 42% de los encuestados. Muchos de los cuales se han visto en la necesidad de su puesta en marcha con el fin de ofrecer menores tiempos de respuesta para la resolución de incidencias menores y ofrecer mantenimiento preventivo. Aspectos éstos que han sido los más valorados por los profesionales.
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