Las empresas españolas son las que menos protecciones en información corporativa implementan. Al menos así lo confirma el informe realizado por Grupo Paradell, mediante el cual se demuestra que la fuga de información de carácter confidencial es algo habitual en nuestros días, creciendo este tipo de fraudes hasta en un 60% respecto al pasado año.
De media, un 30% de los fraudes cometidos en las empresas españolas están relacionados con la filtración de datos confidenciales. Factor que se ve favorecido en gran medida por el hecho de que el 77% de las organizaciones encuestadas reconoce manejar datos confidenciales en equipos portátiles sin ningún tipo de restricción. Y lo que es peor aun, desconocen el tipo de consecuencias derivadas de la entrega de esa información a personas ajenas a la empresa.
A pesar de que se siguen empleando métodos tradicionales, la tecnología se utiliza cada vez más con estos propósitos. Tanto es así, que además del correo electrónico, las memorias USB, CDs y DVDs grabables y las impresoras sirven como soporte para las filtraciones de información.
Según el informe, los mecanismos de justicia también han evolucionado en este sentido, siendo rechazadas tan sólo el 5% de las pruebas electrónicas empleadas en un juicio. Los cuales, además de los daños intangibles como el desgaste de la imagen corporativa, provocan un importante gasto económico para la empresa.
+info: Grupo Paradell