Con el fin de facilitar el proceso de compra de ordenadores a los usuarios, la empresa estadounidense de semiconductores y eterna rival de Intel en este campo, presenta la nueva tecnología AMD Vision. Un nuevo modelo de consumo que modifica la tendencia a exagerar las especificaciones técnicas de los componentes individuales de cada ordenador, en favor de una configuración general con una orientación específica.
De este modo, los usuarios más noveles en el campo de la tecnología no necesitan atiborrar su cabeza con términos y acrónimos que poco pueden transmitir. Ahora el cliente decidirá el ordenador que quiere en base a las posibilidades del mismo, sin necesidad de saber qué encierran sus tripas. Para lo cual, AMD ha creado una clasificación dividida en tres posibles configuraciones de hardware que se corresponden con tres perfiles de usuario: Vision, Vision Premium y Visión Ultimate.
Por un lado, Vision, la categoría más básica, está compuesta por unas configuraciones que dotarían a los ordenadores de funcionalidades básicas. Tales como gestión de correo, navagación por Internet y tareas ofimáticas. Muy ajustado a los actuales netbooks y nettops.
La segunda categoría, denominada Vision Premium, se orienta hacia usuarios que usan herramientas de retoque fotográfico, a la par que permite la reproducción de contenido multimedia en alta definición y la ejecución de videojuegos de última generación, gracias a la API DirectX 10.1.
Por último, Vision Ultimate va dirigido hacia tareas más creativas, donde el conjunto del equipo informático esté preparado para soportar tareas tan pesadas como la edición y codificación de audio y vídeo en alta definición, además de trabajar con fluidez sobre aplicaciones de renderizado 3D.
Con la tecnología AMD Vision, la compañía no sólo pretende abrir un nuevo frente de batalla ante Intel, su eterno rival en el campo de los procesadores, sino que pretende cambiar el modo en el que el potencial cliente aborda la adquisición del equipamiento informático para uso doméstico o empresarial. Hasta el punto que las tres nuevas categorías sustuirán a finales de año los habituales pegatinas de cada uno de los modelos de procesador que actualmente fabrica.
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