Una de las mayores preocupaciones de la empresa, es la de mantener la información a buen recaudo. Sobre todo desde la proliferación masiva de las redes inalámbricas Wi-Fi que, como han logrado demostrar recientemente un grupo de cientfí­cos japoneses, pueden ser hackeadas en tan sólo un minuto.

La tecnologí­a de conexión de red sin cables conlleva la desventaja de una mayor accesibilidad a intrusos y potenciales «amigos de lo ajeno». Un riesgo que no puede ser asumido por las empresas, sobre todo en las que guardan información vital sobre estrategias de mercado o futuros proyectos. Para evitarlo, las redes Wi-Fi han sido acompañadas de sistemas de protección por cifrado que han ido evolucionando con el tiempo, demostrando una mayor solidez. Sobre todo porque desde el primitivo cifrado WEP hasta el más avanzado WPA han dado muestras sólidas de sus vulnerabilidades en manos de expertos hackers.

El cifrado WEP (Wired Equivalent Privacy) cifra los datos de forma que sólo el destinatario deseado pueda acceder a ellos. Los cifrados de 64 y 128 bits codifican los datos mediante una clave de cifrado antes de enviar los paquetes de datos. Cuanto más extensa sea la clave, más fuerte será el cifrado. Sin embargo, si la clave de seguridad es estática, es posible irrumpir en la red mediante el empleo de cualquiera de las numerosas aplicaciones que circulan por Internet y que rastrean este tipo de señales.

Sin embargo, las redes con cifrado WPA (Wi-Fi Protected Access) emplean el cifrado de clave dinámico. Lo que significa que la clave está cambiando constantemente y reduce la posibilidad de que un intruso se cuele a través de la señal de red inalámbrica. Las claves se insertan como de dí­gitos alfanuméricos sin restricciones de longitud. Se recomienda el uso de caracteres especiales, números, letras mayúsculas y minúsculas, y palabras difí­ciles de asociar entre ellas. No obstante, y a pesar de todas estas precauciones, los estudiantes pertenecientes a las Universidades de Hiroshima y Kobe han demostrado que es posible abrir una brecha en tan sólo 60 segundos.

Por lo que las máximas autoridades en seguridad informática, ya están lanzando la recomendación de activar el cifrado WPA2 con AES (Advanced Encryption Standard). AES aporta la seguridad necesaria para cumplir los máximos estándares de protección en muchos organismos oficiales que ya lo usan en gran parte del mundo. El cifrado WPA2 es la segunda generación de WPA y está actualmente disponible en los puntos de acceso y routers inalámbicos más modernos del mercado. Además, es compatible con los productos anteriores que sí­ contemplan el estándar WPA. Por lo que no hay razón alguna para comenzar la migración hacia este método más seguro. Al menos, por el momento.

Ví­a: eWeek Europe