Intel y Samsung han comenzado a desarrollar juntos un proyecto para lanzar al mercado un sistema operativo móvil que pueda convertirse en una alternativa viable a Android. El sistema llevará por nombre Tizen y podrá integrarse en dispositivos como móviles, tablets, netbooks o televisores inteligentes, e incluso en sistemas embebidos para coches. Los últimos rumores apuntan que otras empresas como Acer o ASUS ya habrí­an mostrado su interés en ayudar al desarrollo de este misterioso sistema operativo.

De momento se sabe poco sobre el sistema. Estará basado en Linux, una plataforma utilizada para desarrollar sistemas con código abierto como Android o MeeGo. Gran parte de su fuerza estará en aplicaciones construí­das a través del protocolo HTML5, que poco a poco se va asentando en el mercado de Internet como una alternativa poderosa a Flash o a Java (por ejemplo, Internet Explorer 10 estará basado casi por completo en HTML5).

El desarrollo de este sistema supone casi seguro el carpetazo definitivo de Intel a MeeGO, un sistema operativo móvil bastante atractivo pero que perdió gran parte de sus posibilidades al romperse la alianza entre Nokia e Intel. Una alianza que se ha traducido en un solo terminal, el Nokia N9. El fabricante finlandés optó por dejar a un lado este sistema y unirse con Microsoft para fabricar móviles con Windows Phone 7.5, lo que dejó a MeeGO sin una salida real en el mundo de los smartphones.

También resulta revelador el hecho de que Samsung se sitúe a la cabeza de este proyecto, teniendo en cuenta que se ha anunciado poco tiempo después de que se hiciera público el acuerdo de Google para comprar Motorola (Samsung es ahora mismo el principal fabricante con teléfonos Android). A pesar de que desde la compañí­a se ha afirmado que este proyecto sigue su estrategia de contar con dispositivos en varias plataformas (y es verdad), este movimiento podrí­a ser un intento de independizarse de Android e intentar sacar adelante otro sistema propio.