El ayuntamiento de Mรกlaga ha sido multado con 300.000 euros por ofrecer Wi-Fi gratis a sus ciudadanos en sus edificios. Se trata de una multa ejemplar, y que sorprende en una situaciรณn econรณmica que tiene a muchos de los ayuntamientos de Espaรฑa al borde de la quiebra. Segรบn la resoluciรณn de la Audiencia, no resulta ilegal ofrecer Wi-Fi gratis en los edificios pรบblicos, pero los organismos que lo hagan deben inscribirse como proveedores de Internet y pagar una tasa correspondiente a este desempeรฑo.

El ayuntamiento andaluz habรญยญa ofrecido Internet gratis a todos los ciudadanos en su propia sede, enย la Fundaciรณn Picasso, en el centro de arte contemporรกneo, en un pabellรณn de deportes o en el teatro Cervantes, en otros edificios. Segรบn la Ley General de las Telecomunicaciones, se puede ofrecer Internet gratis sin registrarse como proveedor de Internet en sitios como bibliotecas o centros culturales, lugares que tengan una relaciรณn clara con el mundo de la red, o en los que pueda argumentarse la necesidad de tener conexiรณn. Se excluyen centros como museos, zonas abiertas o teatros.

Otra forma de ofrecer Internet gratis en estos lugares ยซprohibidosยป sin pagar la tasa es si la conexiรณn se reduce a aquellas pรกginas que tengan contenidos del organismo que ofrece esta prestaciรณn, como pudiera ser la pรกgina del propio ayuntamiento. El Ayuntamiento tampoco se pudo librar alegando que utilizaba la red para satisfacer las necesidades de sus trabajadores, supuesto que le hubiera devuelto a una situaciรณn legal, ya que en ese caso la red debรญยญa haber sido privada.

Sea como fuere, lo cierto es que resulta desagradable ver como las ย iniciativas de Internet gratis para los ciudadanos caen en este tipo de barullos legales. Mucho se puede alegar a este caso y defender que al ofrecer Internet gratis se estรก perjudicando a las operadoras, pero resulta indignante este asunto teniendo en cuenta que la oferta de Internet que existe en nuestro paรญยญs sea tan cara respecto a la media europea, y mรกs teniendo en cuenta que nuestra situaciรณn y nuestro nivel adquisitivo no estรกn para tirar cohetes.