Windows 8 Pro

Windows 8 ya he llegado al mercado. El sistema de Microsoft se estrena con muchas expectativas por parte de la firma estadounidense, pero también genera muchas dudas por tratarse de un concepto novedoso en el universo Windows. Su clara apuesta por los entornos táctiles puede resultar un hándicap para los usuarios de toda la vida, que tendrán que acostumbrarse a la nueva interfaz. Especialmente difí­cil puede ser su introducción en el mundo de la empresa, a pesar de los esfuerzos de Microsoft de generar una plataforma atractiva para un segmento tan importante. Te contamos algunos de los motivos por los que las empresas pueden decidir no migrar a este sistema.

1. La ausencia del botón de inicio. Puede parecer algo pequeño, pero la decisión de eliminar el menú de inicio en el escritorio de Windows 8 provocará no pocos dolores de cabeza a los usuarios que opten por este sistema. Dentro de las empresas, los usuarios tendrán que enfrentarse a una nueva experiencia de uso que requiere un esfuerzo extra, y que puede dañar la productividad de la empresa (por lo menos durante los primeros meses). Aun así­, hay que tener en cuenta la posibilidad de recuperar el menú a partir de aplicaciones de terceros.

2. Unido a este problema de la nueva interfaz está el hecho de que la gran mayorí­a de las aplicaciones profesionales correrán todaví­a a partir del escritorio, de forma que el uso de la interfaz principal puede quedar más como una molestia que como una ventaja operativa.

3. Windows 8 pierde mucho atractivo si no se utiliza una pantalla táctil. Y ese será el caso de un gran número de equipos que lleguen a la empresa (y sobre todo los equipos que se decidan actualizar a Windows 8). La nueva interfaz es completamente operativa con ratón y teclado, pero pierde agilidad y termina resultando menos útil.

Teclado de Windows 8

4. Con la virtualización y el fenómeno del BYOD (Bring your own device) se está comenzando a perder la necesidad de contar con un sistema operativo determinado en todos los ordenadores de la empresa.

5. El nuevo Windows 8 no ha puesto el acento en las mejoras para el entorno empresarial. Windows 8 Pro cuenta con algunos añadidos como por ejemplo Bitlocker para encriptar los datos de los equipos o DirectAccess para gestionar el acceso a los equipos de manera remota. Dentro de este fenómeno del BYOD, destaca la opción de almacenar Windows 8 Pro en una unidad USB y utilizarlo desde ahí­. No obstante, las mejoras incorporadas pueden no resultar suficientes para convencer a los administradores IT de que es necesario realizar la migración.

6. Precisamente, muchas de las empresas que podrí­an estar interesadas en Windows 8 han cumplido hace poco su ciclo de migración desde Windows XP y otras versiones a Windows 7 entre 2011 y 2012.

7. Y las que no han realizado el proceso de migración pueden decir retrasar la actualización de sus equipos debido a la mala situación económica que atraviesa el mundo occidental (y sobre todo Europa), y que afecta a todo el tejido empresarial.

8. Otro de los motivos del retraso puede estar en una cuestión de seguridad, ya que los administradores IT preferirí­an esperar hasta que Microsoft lance una gran actualización de seguridad para este sistema (el primer service pack) que acabe con los errores y los agujeros principales de Windows 8).

En definitiva, éstas son algunas de las razones por las que las empresas podrí­an decidir no adoptar Windows 8. ¿Qué opinas de este sistema en el campo profesional? ¿Saldrá adelante?