No es todo oro lo que reluce en casa de la manzana mordida. Apple se enfrenta a una demanda colectiva de casi 27.000 surcoreanos (y de tener éxito podrí­a no ser la última). El motivo, el escándalo que surgió a raí­z de que un grupo de investigadores alertara de que todos los movimientos de los usuarios se guardaban en un archivo oculto en los dispositivos iPad 3G e iPhone, y que estos datos se copiaban al ordenador de manera automática cuando se sincronizaba el dispositivo.

Una realidad compleja, y que invita a pensar en todo tipo de conspiraciones de mayor o menor calado. Según los investigadores, no hay duda de la intencionalidad de este almacenamiento de datos, aunque los motivos que hayan  podido llevar a Apple a habilitar semejante caracterí­stica permanecen ocultos. Poco después de que se hiciera pública esta realidad, la empresa lanzó una actualización del sistema para atajar este problema.

Esto no impidió que en Corea del Sur un letrado demandará a Apple por violación de la privacidad. Se trataba del primer eslabón de la cadena, ya que una vez que el juez dictaminó sentencia a favor del letrado el mismo abogado ha presentado esta demanda colectiva de más de 25.000 usuarios de los productos de Apple. La cantidad que se pide como compensación emocional es de 647 euros por persona (lo mismo que consiguió el letrado).

De salir adelante, la firma de la manzana tendrí­a que pagar cerca de 17,5 millones de euros en el paí­s surcoreano. Esta cantidad, que es apenas una limosna para la compañí­a, podrí­a no obstante multiplicarse considerablemente si prosperan nuevas demandas en este paí­s y en otras partes del globo. Veremos hasta qué punto golpea este escándalo en el bolsillo de Apple, ya que su imagen parece demasiado fuerte como para empeorar en un  corto plazo.