Con la inminente salida del primer Chromebook en España, el Samsung Chromebook Series 5, se hace necesario echar un vistazo al sistema operativo Chrome OS y ver lo que puede dar de sí­ la estrategia de Google en el mercado de consumo y también en el mercado empresarial. Porque Google Chrome OS tiene potencial para hacerse un hueco importante dentro de las grandes empresas y las Pymes en España, si consigue hacer frente a unas dificultades nada desdeñables.

Presentar Chrome OS en unas pocas lí­neas es difí­cil, ya que supone un cambio de concepto grande respecto al PC tradicional. Se podrí­a describir como un hí­brido entre un PC tradicional y un tablet con Android. Incorpora del primero el teclado y el ratón y la conectividad a través de varios puertos USB. Recupera del segundo su orientación hací­a las apps y un entorno más reducido que el que se puede encontrar en sistemas como Windows o Mac. Y además, reúne todas las herramientas que Google ha ido lanzando para la red (como Google Docs o Gmail) para almacenar los datos completamente en la red.

Esta concepción ha partido del éxito que ha experimentado el navegador Google Chrome, que en solo dos años ha pasado de 70 millones de usuarios a los 160 millones que tiene actualmente, y que ya roza el 20% de cuota de mercado. Una de las claves sobre las que se apoya es el enorme crecimiento que han experimentado las aplicaciones web, algo que ha llevado a generar nuevas APIS (entornos de desarrollo de estas aplicaciones) con cada lanzamiento de Chrome y a multiplicar varias veces la velocidad de Javascript.

Esto ha llevado a la empresa a considerar la idea de crear un sistema operativo que aproveche estas capacidades que ofrece la web sin necesidad de tener un complejo sistema detrás. Además, la idea de Google es asemejar el sistema operativo al navegador, esto es, lanzar de manera automática actualizaciones cada seis semanas de forma que el usuario nota una mejora constante de su experiencia con Chrome OS.

Las grandes ventajas de este sistema estriban en la posibilidad de entrar desde cualquier dispositivo Chromebook con solo utilizar sus datos personales, y en la gran capacidad de movilidad que esto ofrece si las operadoras lanzan tarifas de datos con un precio y una velocidad decentes, además de la seguridad de contar con un sistema operativo que encripta todos los datos de manera predeterminada.

No se puede obviar las bondades que un sistema así­ podrí­a tener en un entorno profesional. Evitarí­a la necesidad de actualizar los sistemas y el software del equipo (un quebradero de cabeza para los equipos IT y para el presupuesto de la empresa) y permitirí­a crear ecosistemas sencillos en los que los usuarios solo deben acceder con sus datos a cualquier ordenador de la empresa para poder empezar a trabajar. Eso sí­, todaví­a es un sistema operativo verde, que falla en muchos puntos como la compatibilidad con diversos programas y drivers que ya tomamos como algo natural. Eso, claro, se puede arreglar con el tiempo y diversas actualizaciones.

El gran y definitivo problema estriba en las aplicaciones web. Todaví­a no existen muchas aplicaciones de productividad lo suficientemente potentes como para que este sistema pueda rivalizar con Windows o con Mac y relevan a Chrome OS en la empresa a meras laboras de ofimática a través de Google Docs. Pero si Google consigue potenciar la calidad y cantidad de las aplicaciones en un periodo de tiempo no muy largo estos equipos podrí­an comenzar a extenderse a través de las organizaciones, sobre todo las Pymes que no pueden o no quieren realizar grandes desembolsos en tener sus sistemas y aplicaciones actualizadas.